Las empresas globales de transporte aéreo se han visto afectadas por las medidas de restricción de actividades impuestas en distintos países como respuesta a la pandemia de COVID-19 y, ante la falta de demanda de sus servicios, algunas afirman que no pueden continuar con su capital humano intacto por lo cual han optado por recortar empleos.
Una estimación hecha por la revista Fortune con base en los anuncios hechos por cada una de las empresas arrojó que están en riesgo 70,000 empleos, sin considerar las pérdidas de proveedores como Boeing, Airbus y Rolls-Royce.
El anuncio más reciente y de mayor cantidad de empleos fue el del grupo de origen alemán Lufthansa, que también posee las principales aerolíneas en Austria, Suiza y Bélgica: recortará hasta 22,000 plazas.
La medida de Lufthansa se produce semanas después de que el grupo obtuvo un rescate por 9,900 millones de dólares del gobierno alemán que hará que este tome una participación del 20% en la compañía. El gobierno austriaco también le ha dado al grupo de transportistas 510 millones de dólares y el gobierno suizo le ha otorgado 1,350 millones de dólares más en garantías de préstamos.
“Sin una reducción significativa en los costos de personal durante la crisis, perderemos la oportunidad de un mejor reinicio de la crisis y nos arriesgaremos a que el Grupo Lufthansa salga considerablemente debilitado después de ella”, dijo el jefe de recursos humanos, Michael Niggemann, en un comunicado.
El Grupo emplea a más de 135,000 personas, la mitad en Alemania, donde se realizarán la mitad de los recortes, muchos en la administración y en el negocio de servicios de mantenimiento de aviones para terceros. Otros competidores también han anunciado recortes de personal.
Según el recuento de Fortune, American Airlines, de origen estadounidense, informó sobre la reducción de 30% de sus servicios de administración y soporte, lo que representa alrededor de 5,000 personas, aunque no puede ejecutarlo hasta septiembre de acuerdo con las reglas federales de apoyo a las aerolíneas.
Scandinavian Airlines dijo a fines de abril que podría recortar hasta 5,000 empleos, o casi la mitad de su fuerza laboral, mientras que Norwegian Air, que enfrenta la bancarrota en sus filiales suecas y danesas, tiene en riesgo 4,700 empleos.
Por medio de un comunicado interno de United Airlines se sugirió que están en riesgo 3,500 empleos, que representan el 30% del personal, aunque Scott Kirby, CEO de la compañía, declaró que están buscando evitar la medida si es posible.
Virgin Atlantic dijo a principios de mayo que eliminaría 3,150 empleos, esperando volver a ser rentables en 2021. Mientras que Virgin Australia se declaró en quiebra a fines de abril, los sindicatos temen el recorte de hasta 2,000 empleos.
Alaska Airlines, que emplea a 23,000 personas aproximadamente, dijo el miércoles 10 de junio que eliminará hasta 3,000 empleos. Grupo Emirates ha despedido hasta el momento a más de 7,200 miembros de las tripulación, pilotos e ingenieros. Bloomberg estimó una reducción de 30,000 personas.
British Airways anunció a finales de abril que recortará hasta 12,000 empleos; EasyJet, también de origen inglés, inició el recorte del 30% de su fuerza laboral equivalente a 4,500 empleos y Ryanair dijo a principios de mayo que eliminaría alrededor de 3,000 empleos, es decir, 15% de su fuerza laboral.
Estas últimas tres empresas se unieron para enfrentar un enemigo común: las medidas de impuestas en Reino Unido a visitantes extranjeros que los obliga a permanecer 15 días en confinamiento inmediatamente después de su llegada al país.
Las aerolíneas calificaron la medida de desproporcionada, pues les haría perder alrededor del 40% de sus ingresos dijo British Airways la semana pasada. Además de una carta enviada al paramento firmada por las tres empresas, emprendieron un proceso judicial que busca frenar la medida de confinamiento obligatorio.
Con información de AFP