A Soriana le cuesta trabajo levantar el vuelo tras la compra de Comercial Mexicana.
La empresa está cediendo terreno frente a sus rivales, justo como le ocurrió en los últimos 10 años durante los cuales perdió la participación de mercado que había ganado con la compra de la cadena de autoservicios Gigante.
Soriana compró en 2015 la mayor parte de las tiendas de Comercial Mexicana y comenzó la integración al año siguiente. La operación le hizo ganar de forma inmediata participación de mercado; sin embargo, los datos indican que la empresa ya está perdiendo lo que había ganado.
De acuerdo con cálculos de EL CEO, al cierre de 2017 la empresa tenía una participación de 21.8% en las ventas de los autoservicios públicos en México (considerando únicamente a aquellos que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores), prácticamente un punto porcentual por debajo de lo que tenía en 2016.
Los analistas todavía no saben si la empresa que comanda Ricardo Martín Bringas esta vez sí podrá sacarle provecho a su adquisición o le ocurrirá lo mismo que cuando adquirió Gigante en 2007.
En el tercer trimestre de este año, la empresa reportó resultados muy por debajo de las expectativas de los analistas. En el periodo julio-septiembre registró una caída de 17.4% en su EBITDA y de 34.4% en su utilidad neta.
Carlos Hermosillo, analista de Actinver, y Verónica Uribe, analista de Monex, atribuyeron los resultados a que la empresa inició la migración del software de su cadena de suministro. En términos prácticos, eso se ha traducido en desabasto de algunos productos en sus tiendas y pérdida de market share.
Déjà vu
En 2007, la empresa experimentó un deterioro en sus operaciones tras la compra de 99 tiendas de la cadena de autoservicios Gigante.
La operación le hizo pasar de una participación de mercado de 17 a 22%. Sin embargo, le costó mantenerse. En 2014 ya había perdido todo lo ganado y se ubicaba con una participación prácticamente idéntica a la que tenía antes de la compra.
Pero no sólo eso. Además de la participación de mercado, la rentabilidad de la empresa también comenzó su declive.
A Soriana le tomó una década recuperar los niveles de rentabilidad que tenía antes de comprar Gigante en 2007. En 2017 cerró con un margen EBITDA de 8.1%, apenas por arriba del 8% que tenía 10 años antes.
El margen EBITDA es un indicador que permite visualizar las ganancias que tiene una empresa con respecto a sus ingresos, sin considerar aspectos distintos a la operación del negocio como intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.
El margen de Soriana está por debajo de otras empresas de autoservicios. Walmart, por ejemplo, cerró 2017 con un margen EBITDA de 9.7%, mientras La Comer, que es la empresa que administra las tiendas que Comercial Mexicana no le vendió a Soriana, tiene márgenes de 8.3%.
Por otro lado, sus ventas por metro cuadrado también sufrieron. La empresa todavía no recuperaba sus niveles previos a la compra de Gigante, cuando decidió entrar nuevamente en la cancha de las adquisiciones.
Experiencia de adquisiciones ¿probada?
Analizando en retrospectiva la adquisición de Gigante “el bajo rendimiento de Soriana estuvo influido por la falta de inversión en las tiendas y los sistemas, la logística y la integración comercial”, argumentaron analistas de Credit Suisse en un análisis publicado en marzo de 2015 tras el anuncio de adquisición de Soriana y Comercial Mexicana.
Sin embargo, la empresa da algunas señales positivas como el avance en la reducción de su deuda, añadió el especialista de Actinver.
De acuerdo con su último reporte financiero, la empresa tuvo una reducción en el saldo de la deuda por 3,123 millones de pesos en los últimos 12 meses.
“La generación de flujo no ha sido tanto el problema como sí han sido los márgenes y la integración de las dos plataformas”, agregó Carlos Hermosillo, de Actinver.
Con Comercial Mexicana, Soriana sumó 143 tiendas a las 824 con las que cerró el 2017. Al cierre de septiembre de este año, la empresa tenía 814 unidades.