Corea del Norte opera al menos 13 bases -que incluso podrían ser 20- no declaradas para ocultar misiles móviles con capacidad nuclear, según reveló un estudio del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington (CSIS).

“No parece ser que estas bases estuvieran congeladas”, dijo el director del programa Corea del Norte del CSIS, Victor Cha, al diario The New York Times.

Según los investigadores, las bases se encuentran dispersas por todo el país y están ubicadas en instalaciones subterráneas provistas de túneles en estrechos valles montañosos.

“El trabajo continúa. De lo que todos están preocupados es que Trump acepte un mal acuerdo; nos dieron un solo sitio de pruebas y desmantelan unas pocas cosas, y a cambio obtienen un acuerdo de paz”, afirmó Cha.

Una amenaza mayor

En junio. el presidente Donald Trump celebró una cumbre con el mandatario de Norcorea, Kim Jong Un, tras abrir el camino a la desnuclearización de la dividida península asiática, con lo que se desactivaron las tensiones que hace menos de un año pusieron ambos países y los dejó al borde del conflicto.

Sin embargo, con base en el estudio del CSIS, la amenaza actual podría ser mucho mayor que la anterior.

Mientras las sanciones de Estados Unidos a Corea del Norte siguen vigentes, los tradicionales y principales socios comerciales de la rebelde nación asiática -China y Rusia- han relajado su aplicación desde la cumbre, reconocen funcionarios estadounidenses.

 

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