Los estrenos de las empresas estadounidenses en Bolsa han traído distintos sentimientos, uno de ellos es la decepción, lo cual podría opacar el debut de WeWork, dedicada al alquiler de espacios de oficina.
Las Ofertas Públicas Iniciales (OPI) de Uber y Lyft no saciaron los pronósticos de los inversionistas.
Elevadas expectativas, altos precios de las acciones y, en particular, la incertidumbre por ser empresas que no generan utilidades fue la combinación para que ambas sean consideradas las grandes decepciones del primer semestre en Wall Street.
Por lo que el mercado empieza a dudar de WeWork, encabezada por Adam Neumann, que tiene previsto llegar a Bolsa en la segunda parte de 2019 o en 2020 y que esta valorada entre 36,000 millones y 47,000 millones de dólares.
La pérdida de dinero de WeWork hace que los inversionistas tengan dudas sobre la sostenibilidad de su modelo de negocios, que se basa en acuerdos de ingresos a corto plazo y préstamos a largo plazo. También se preguntan qué sucederá con sus clientes con contratos de corto plazo en caso de que ocurra una recesión en Estados Unidos.
WeWork presentó una pérdida neta de 1,900 millones de dólares en el 2018 e ingresos por 1,820 millones de dólares. Ambos números, sin precedentes para la empresa.
En México, la empresa se ha posicionado como el mayor arrendatario u ocupante de oficinas, según un estudio de Cushman & Wakefield. La compañía tiene ya 32,000 miembros en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, así como 17 edificios operativos.
Un estudio de la firma CBRE México arrojo que, actualmente los modelos de co-working en edificios de todas las clases en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, asciende a casi 288,000 metros cuadros en más de 139 ubicaciones y estima que la tendencia de espacios de este tipo continuará, al igual que su proceso de expansión.
El diario The Wall Street Journal publicó que, a varios inversionistas privados de la compañía les preocupa un potencial conflicto de interés, ya que Neumann, el CEO de la empresa, se beneficia de las rentas u otros términos establecidos en sus contratos dado que compra edificios para después rentarlos a WeWork.
Deuda antes de OPI
Antes de llegar a Bolsa, WeWork planea levantar capital por medio de una colocación de deuda. El monto que espera recaudar oscila entre 3,000 millones y 4,000 millones de dólares.
Lo anterior, para financiar su crecimiento con el objetivo de ser una empresa rentable de cara a su debut en Bolsa, según The Wall Street Journal. Pero no es la primera vez que WeWork acude al mercado de deuda. En abril del 2018, colocó un bono por 702 millones de dólares a vencer en 2025.
Desde su colocación, el precio del bono ha subido 1.21% a 98.01 dólares.
Decepciones
De las 70 empresas que han hecho su debut en Bolsa en Estados Unidos este año, solo 29 presentan caídas. Entre las bajas más sonadas están Uber, con un ajuste de 2.24% desde su precio de salida y Lyft de 14.10%.
Aunque Uber y Lyft son las bajas que más han atraído a medios de comunicación, las peores caídas se las han llevado Mago, Guardion Health Sciences y Ruhnn Holding, con derrumbes de 79.07%, 71.36% y 70.50%, respectivamente, desde su precio de salida.