Tanto los principales índices de Wall Street como el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) lograron registrar ganancias anuales durante 2023, luego de haber sufrido un complicado 2022.
El S&P 500 alcanzó una subida anual de 24.4%, mientras que la ganancia del Promedio Industrial Dow Jones fue de 13.7%. El Nasdaq Composite fue el encargado de liderar los buenos resultados al ascender 54% y con ello registró su mayor avance anual desde finales de 1990.
Para la jornada, el S&P 500 bajó 0.28% a 4,769.83 unidades. El Promedio Industrial Dow Jones cayó 0.05% a 37,689.54 puntos; mientras que el Nasdaq Composite descendió 0.56% a 15,011.35 unidades, de acuerdo con Bloomberg.
El S&P 500 subió un 0.3% durante la semana. El Dow y el Nasdaq ganaron un 0.8% y un 0.1%, respectivamente, para lograr sus rachas ganadoras semanales más largas desde 2019.
Buen año para el IPC
En México, el IPC de la BMV alcanzó un avance anual de 18.57%, con lo cual logró recuperarse de las pérdidas registradas en 2022.
Las ganancias anuales se vieron impulsadas por el buen andar de Grupo Carso, que obtuvo un rendimiento superior a 100%. Otras de las compañías que abonaron fueron Quálitas, Cemex, Alsea, Cementos Chihuahua y Femsa.
Los buenos resultados de las firmas vinculadas a la industria de la construcción han encontrado respaldo en las inversiones en infraestructura realizadas por parte de las autoridades federales, además de las expectativas por el nearshoring.
Para la jornada de este viernes, el principal índice de la institución bursátil tuvo una pérdida de 0.14% a 57,464.42 unidades. Grupo Financiero Inbursa alcanzó la mayor ganancia con 1.64%; mientras la caída más profunda la tuvo Alfa, con un retroceso de 2.85%.
Un año de claroscuros para Wall Street
El inicio de 2023 fue complicado para las bolsas estadounidenses, debido a que salían de un 2022 con pérdidas, y apenas en marzo llegaba la declaración de quiebra de Silicon Valley Bank, una de las principales instituciones financieras de Estados Unidos.
Los temores de una posible recesión ante la alta inflación y los constantes aumentos a las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) también provocaron mayores reservas entre los inversionistas.
Algunas disputas políticas con China también provocaron temores, además de la continuidad de algunos conflictos bélicos en Europa y Medio Oriente.
Pese a todo, las acciones estadounidenses lograron salir adelante gracias a los buenos números de las empresas tecnológicas, entre estas las dedicadas al desarrollo de chips e inteligencia artificial (IA) como Nvidia.
De cara al cierre de año, la esperanza de que el banco central estadounidense inicie con un ciclo de recortes para la tasa de interés durante el primer trimestre de 2024 también jugó a favor de las acciones.
Con información de Bloomberg
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