El panorama de alta incertidumbre a nivel global y los altos costos para poder realizar emisiones de acciones o de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), son las principales razones por las que los denominados unicornios carecen de interés por entrar al mercado bursátil. 

Benjamin Theurer, jefe de investigación y renta variable de Barclays, explicó que la alta inflación y los aumentos en las tasas de referencia a nivel mundial generan un entorno poco atractivo para que los unicornios mexicanos quieran entrar a bolsa, tal como espera el director general de la BMV, José-Oriol Bosch. 

Hoy en día no lo veo factible, el simple hecho de que las startups aún no puedan salir al mercado en Estados Unidos, donde normalmente el mercado es mucho más abierto, quiere decir que si allá no hay ventana, aquí menos

dijo en entrevista. 

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En el mundo hay más de 1,100 empresas unicornio, es decir, que tienen un valor de al menos 1,000 millones de dólares, de las cuales siete están asentadas en México: Kavak, Bitso, Clip, Incode, Clara, Konfío y Nowports, según datos de CB Insights.

Los unicornios realmente no tienen la urgencia por salir a bolsa, especialmente porque  la tasa libre de riesgo ha subido, lo que implica altos costos de bursatilización, agregó el analista.

A esto se suma que, el grueso de los unicornios aún no son compañías rentables, por lo que prefieren no lidiar con los costos legales que implica estar en el mercado de valores, ni la publicación de su información financiera.

Más unicornios que nuevas empresas en bolsa

Los grandes fondos e inversionistas ángeles se han inclinado cada vez más por las startups. Antes de la pandemia de COVID-19 ninguna empresa mexicana había alcanzado el estatus de unicornio; en el mismo periodo, solo se ha realizado una Oferta Pública Inicial (OPI) de acciones en el mercado local.

De hecho, Kavak, que fue la primera startup mexicana en alcanzar este estatus, tiene un valor de 8,700 millones de dólares que la convierte en el unicornio más valioso de la región de América Latina, de acuerdo con cifras de Statista.

En el mercado mexicano, las empresas se enfrentan a la falta de liquidez y participación de inversionistas, por lo que muchas están cotizando por debajo de su valor real en libros. Para muestra, Kavak supera en valor a varias empresas que forman parte del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), principal referencial de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Ante este escenario, el número de emisoras listadas en el centro bursátil se redujo a 136, mientras que hace 20 años era de 169. En medio de la sequía de llegadas a bolsa, desde el año pasado la BMV vive un éxodo de empresas que han decidido salir del mercado bursátil.

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Valuaciones de unicornios son ‘exuberantes’

Para Víctor González, socio fundador y director general de i-Structure, el problema de los unicornios es la “exuberancia” irracional de las valuaciones que utilizan los fondos de capital privado para determinar el valor de las empresas.

De acuerdo con el especialista en financiamiento estructurado, las valuaciones utilizadas por el venture capital no son tradicionales ni se basan en aspectos fundamentales del negocio de cada compañía. Es decir, que las empresas obtienen muchos recursos en rondas de fondeo de manera rápida.

Por ejemplo, para valuar a una compañía que cotiza en bolsa, los analistas suelen revisar múltiplos como precio de la acción/utilidad, el flujo operativo (EBITDA, por sus siglas en inglés) o incluso las ventas.

Mientras que los grandes fondos de inversión se basan en parámetros muy distintos con las startups, entre los que se encuentran el número de usuarios que visitan sus plataformas o de celulares que descargan sus aplicaciones.

Lo que ven es la proyección del negocio a futuro y los indicadores en la actualidad, pese a que no hay garantías de que tenga éxito.

Eso me deja ver que hay demasiado dinero allá afuera que cree ciegamente en que las empresas de tecnología van a alcanzar valuaciones muy por encima de empresas que no tienen el componente tecnológico tan avanzado

aseveró González.

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También hay trabas en el mercado de deuda

González explicó que los unicornios también tendrían dificultades para levantar recursos en el mercado a través de la colocación de deuda.

Para emitir deuda de mediano o de largo plazo es necesario que alguna agencia calificadora otorgue una nota alta a los papeles y para ello deben pasar por un escrutinio muy detallado.

El gran problema para este tipo de empresas es que son jóvenes, algunas ni siquiera han cumplido una década desde que iniciaron, y se necesitan varios años en operación para obtener estas calificaciones.