La desaceleración económica mundial generada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha puesto presión sobre las empresas del gigante asiático en Wall Street.
Las acciones de 63% de las empresas chinas listadas en las principales Bolsas de Estados Unidos -como NASDAQ y la Bolsa de Nueva York- están en terreno negativo en lo que va de 2019.
Empresas como ChinaCaches y Senmiao Tech presentan caídas de, al menos, 90% en el año.
En total, hay 145 compañías que cotizan en Estados Unidos, hasta el cierre de la sesión del martes. En febrero de este año eran 156 empresas, de acuerdo con datos de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad Estados Unidos-China (USCC, por su siglas en inglés).
Las 145 emisoras chinas suman un valor de mercado superior al billón de dólares, donde Alibaba, PetroChina y China Petroleum & Chemical son las más grandes; en conjunto tienen 683,000 millones de dólares de capitalización.
Alibaba presenta un alza de 27.35% en el año, mientras que PetroChina y China Petroleum & Chemical tienen caídas de 15.22 y 16.08%, respectivamente.
Entre las emisoras que han logrado sortear las bajas destacan Hebron Technology, Ossen Innovation, Hong Kong Highpower, CLPS y TDH Holdings, todas con incrementos de más de 100%.
Menos crecimiento
La desaceleración económica le ha pasado factura a las empresas chinas en Estados Unidos. El país asiático crecerá 6.1% este año y 5.8% en 2020; desde 6.8% que creció en 2018, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“En China, el menor crecimiento refleja no solo un incremento en las tensiones comerciales, también una desaceleración del consumo interno tras las medidas necesarias para frenar la deuda del país”, publicó el FMI en su análisis ‘Descenso global de la manufactura, crecientes barreras comerciales’.
La guerra comercial ha sido de tal magnitud que llevará al crecimiento económico mundial más acotado desde la crisis financiera de 2008-2009, según el FMI. El Fondo recortó su pronóstico para el crecimiento mundial a 3 desde 3.2% (de julio) en buena medida por mayores fricciones entre Estados Unidos y China.
Acuerdo parcial, con sabor agridulce
El viernes pasado, Estados Unidos y China acordaron un acuerdo parcial en materia comercial para frenar las tensiones de los últimos meses.
Estados Unidos suspendió la imposición de aranceles al 15 de octubre y China acordó comprar el doble de productos agrícolas (50,000 millones de dólares), entre otros rubros.
My deal with China is that they will IMMEDIATELY start buying very large quantities of our Agricultural Product, not wait until the deal is signed over the next 3 or 4 weeks. THEY HAVE ALREADY STARTED! Likewise financial services and other deal aspects, start preparing….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 13, 2019
En conferencia de prensa el martes, Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, confirmó que su gobierno aceleraría sus compras de productos agrícolas estadounidenses.
Adicionalmente, a mediados de mayo, la administración de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, sumó a Huawei, una de las tecnológicas más emblemáticas de China a su “lista negra”; las empresas que estén en ella no podrán adquirir tecnología de ese país sin la aprobación del gobierno.
“El acuerdo no cubre las acciones del Departamento de Comercio de Estados Unidos contra Huawei y otras empresas tecnológicas chinas y algunos analistas consideran que el acuerdo es muy limitado y ‘cosmético’”, publicó Carlos Ponce, socio Fundador de SNX, Constructores de Patrimonio.
“Posiblemente veremos un alivio en las tensiones comerciales hasta finales de noviembre, algo bien recibido por los mercados accionarios. Podríamos esperar más medidas graduales, pero todavía no se espera un acuerdo comercial más amplio este año”, dijo Esty Dwek, Jefa de Estrategia de Mercados Globales de Natixis IM.
Por lo pronto, la noche de este martes, China amenazó con tomar represalias si el Congreso de Estados Unidos sigue adelante con una legislación que requeriría una revisión anual de si Hong Kong es lo suficientemente autónomo de Beijing para justificar su estatus comercial especial.