El peso se depreció ante el dólar por segunda jornada consecutiva este jueves, debido a la cautela previo a la divulgación de datos de la nómina no agrícola en Estados Unidos, que podrían ofrecer señales sobre el próximo movimiento de la Reserva Federal (Fed).

En su cotización interbancaria, el dólar cerró en 20.0210 pesos, una depreciación de 0.37% de la moneda mexicana, o siete centavos por encima de la sesión del miércoles, de acuerdo con datos de Banco de México (Banxico).

En las operaciones del día, el tipo de cambio presentó movimientos erráticos, tocando un mínimo de 19.91 y un máximo de 20.0813 pesos por dólar, según Bloomberg.

Al menudeo, el billete verde se vende en 20.46 pesos en ventanillas de Citibanamex, nueve centavos por encima de ayer.

La depreciación de este jueves se dio después de que el peso se quedó a un paso de ligar cuatro meses con ganancias. En junio, la moneda mexicana acumuló una depreciación de apenas 0.01%, según el precio de referencia de Banxico.

A pesar de la fortaleza del dólar, que tuvo su mejor mes desde noviembre de 2016, el peso anotó ganancias para el semestre y el trimestre. En la sesión, el índice dólar, que mide la fortaleza de la divisa frente a una canasta de seis monedas, sube 0.15%, a 92.573 unidades.

Durante la semana el tipo de cambio no ha mostrado una tendencia clara y los movimientos han sido irregulares, debido a una disminución gradual de la liquidez

dijo Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base

Las turbulencias del peso a tres años de AMLO

Más temprano, el Departamento de Trabajo estadounidense reportó que el número de personas que pidió ayudas estatales por desempleo se situó la semana pasada en 364,000, por debajo de lo previsto y un mínimo desde que comenzó la pandemia el año pasado.

Los inversionistas ahora esperan los datos de nóminas no agrícolas que se darán a conocer el viernes. Economistas prevén que en junio se añadieron 690,000 puestos de trabajo, frente a los 559,000 de mayo.

En los mercados financieros se observa mayor cautela debido a que el repunte de contagios por la variante Delta del COVID-19 en Europa y Asia causa nerviosismo por una posible desaceleración de la recuperación de la economía.

Mientras que los precios del petróleo se disparan, con el WTI por encima de los 75 dólares por primera vez en dos años y medio, antes de que la OPEP+ decida su política de producción para lo que resta de 2021.

Con información de Reuters