La expectativa de una desaceleración económica en Estados Unidos ha provocado una reestructura en el mercado de deuda a nivel global, por lo que más inversionistas demandan bonos del Tesoro, mejor conocidos como treasuries.

Este miércoles, el rendimiento que pagaba un treasury a 10 años era de 2.04%, incluso un día antes -y por primera vez desde septiembre de 2016- llegó a ubicarse por debajo del umbral de 2% (1.96%). En los últimos 12 meses, los treasuries han ajustado su rendimiento 84 puntos base.

Mientras el inversionista muestra su preocupación, a través de la compra de activos de refugio como bonos del Tesoro, las expectativas que la Reserva (Fed) recorte su tasa de interés se han incrementado.

El 100% de analistas consultados por la herramienta CME FedWatch estima que la Fed recortará en 25 puntos base su tasa de interés en julio.

Un recorte en la tasa de interés de un banco central hace que pedir prestado sea más barato y con ello se incentiva el consumo, lo que a largo plazo termina por estimular a una economía.

La expectativa de desaceleración y que la Fed recorte su tasa ha generado apetito por el riesgo, algo que beneficia a mercados emergentes.

De los 52 países que colocan deuda a 10 años en moneda local y que son retomados por Bloomberg, 16 pagan un rendimiento mayor a 3% (todos emergentes), 27 otorgan un rendimiento de 0 a 2% y el resto tiene una tasa negativa donde destaca Suiza.

Turquía, Líbano, Sudáfrica, México, Brasil y Rusia, son los países que pagan los mayores rendimientos en bonos a 10 años en moneda local, de acuerdo con datos de Bloomberg.

En México, los recortes en las expectativas de crecimiento y posibles problemas fiscales derivados de Pemex, son elementos que hacen pensar que el riesgo ha subido”, dijo Marco Oviedo, jefe de investigación económica para América Latina en Barclays.

Un bono mexicano a 10 años (M10), denominado en pesos, pagaba este miércoles un rendimiento de 7.73%. Un mayor premio en los instrumentos de renta fija es percibido como un mercado  de más riesgo.

En un escenario adverso, tanto por factores externos como internos, el rendimiento de un M10 puede llegar a niveles de 9%. “Si eso pasa, aprovecharíamos el momento para posicionarnos de largo plazo”, comentó Amín Vera, director de análisis económico de Black WallStreet Capital.

Hasta el momento, la expectativa del mercado se centra en los acercamientos que tenga Donald Trump con China, y las señales que mande la economía estadounidense sobre qué tan rápido se está desacelerando.

Si el escenario es positivo, la demanda por refugio disminuirá, los rendimientos de los bonos subirán y el apetito por riesgo aumentará. De lo contrario, si los temores se materializan, el miedo dominará en el mercado provocando desajustes no solo en el mercado de bonos, también en el accionario y generando presión sobre otros activos, como el peso.

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