Los precios del petróleo bajaron por séptima jornada consecutiva este viernes y registraron su caída semanal más profunda desde octubre de 2020, en medio de las preocupaciones sobre la bajada de la demanda ante restricciones en distintos países por la propagación de la variante delta de COVID-19

El WTI de Estados Unidos con contrato de septiembre cerró con una caída de 2.2%, a 62.32 dólares, mientras que el Brent del Mar del Norte para entrega en octubre perdió 1.9%, a 65.18 dólares por barril, de acuerdo con datos de MarketWatch. Los contratos finalizaron en mínimos de tres meses.

En la semana, el WTI acumuló una caída cercana a 9%, mientras que el WTI registró una disminución de 7.7% de su valor.

Ambos referenciales cayeron durante siete días consecutivos, lo que representa la racha más larga para el WTI desde la registrada entre septiembre y octubre de 2020, y la de mayor duración para el Brent desde febrero de 2018.

El dólar estadounidense subió a un máximo de nueve meses, debilitando a los petroprecios, ante las señales de que la Reserva Federal de Estados Unidos está considerando reducir el estímulo este año. 

La propagación de la variante delta en medio del crecimiento económico moderado y las perspectivas de una política monetaria más estricta están creando ondas a corto plazo en el mercado de materias primas

dijeron a Reuters analistas de materias primas de ANZ

China ha impuesto nuevas restricciones con su política de coronavirus de tolerancia cero, que afecta el transporte marítimo y las cadenas de suministro globales, y tanto el gigante asiático como Estados Unidos han impuesto restricciones de capacidad de vuelo. 

“Los últimos bloqueos en las principales economías del mundo probablemente han perjudicado las actividades económicas y los pronósticos de crecimiento en los próximos meses”, dijo a Reuters Margaret Yang, estratega de DailyFX, con sede en Singapur.

Los brotes de variantes de delta en Australia y Nueva Zelanda también han provocado cierres estrictos.

El próximo final de la temporada de máxima demanda de gasolina en Estados Unidos y el final de las vacaciones de verano en Europa y Estados Unidos también reducirán la demanda de petróleo.

“La aviación sigue siendo el componente más débil de la demanda mundial en este momento, y el riesgo de mayores restricciones en los viajes nacionales e internacionales debido a la variante delta será una variable clave para el petróleo durante el resto del segundo semestre, especialmente cuando finalice la temporada de conducción en Estados Unidos”, dijo a Reuters Stephen Innes, socio gerente de SPI Asset Management.