Los precios del petróleo subieron este viernes, con lo que marcaron su cuarto avance mensual consecutivo debido a que las señales de un mercado más ajustado contrarrestan los temores sobre el impacto del COVID-19 en la demanda.

El WTI de Estados Unidos avanzó 0.5%, a 73.95 dólares por barril, y el crudo Brent del Mar del Norte subió 0.4%, a 76.33 dólares, de acuerdo con datos de MarketWatch. 

Los dos contratos acumulan ganancias cercanas a 3% en la semana, aunque registraron pocos cambios en comparación del último cierre de junio.

Las ganancias se producen a pesar de la rápida propagación de la variante delta del coronavirus que ha afectado principalmente al continente asiático. En Estados Unidos y Europa también se ha visto un aumento de contagios.

Sin embargo, no se espera que el aumento de la tasa de infecciones represente una amenaza sustancial para el mercado, ya que se prevé que los confinamientos no serán generalizados debido al proceso de vacunación.

El mercado del petróleo ya no parece estar viendo el problema de la variante Delta con la misma alarma que a principios de la semana pasada. Hay confianza en que las campañas de vacunación en curso en los países industrializados evitarán cualquier reimposición de restricciones de movilidad generalizadas

dijo Carsten Fritsch, analista de Commerzbank

En la semana, los precios fueron impulsados por una caída de los inventarios de crudo en Estados Unidos, además de la disminución de las reservas de gasolina y destilados, lo que demuestra que la demanda aumentó en el verano.

El crudo también se vio sostenido por el comunicado de la Reserva Federal (Fed) del miércoles, en el que decidió mantener su tasa de interés de referencia en niveles cercanos a cero, presionando al dólar a la baja.

Un dólar débil favoreció las compras de petróleo, cotizado en divisa estadounidense, por parte de inversores en otras monedas.

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