Los precios del petróleo subieron este jueves, a pesar de una nueva ola de casos de COVID-19 en Europa que obligó a imponer restricciones a los viajes en varios países y perspectivas negativas sobre la demanda.
El contrato de noviembre del WTI de Estados Unidos ganó 0.9%, a 40.30 dólares por barril, y el crudo Brent del Mar del Norte avanzó 0.4%, a 41.94 dólares, de acuerdo con datos de MarketWatch.
Ambos indicadores avanzaron levemente el miércoles, tras cifras de la Administración de Información de Energía que mostraron que los inventarios petroleros estadounidenses tuvieron la semana pasada su mayor retroceso desde marzo.
“El telón de fondo económico y petrolero actual es cualquier cosa menos alentador, lo que limitó el intento de alza”, dijo Tamas Varga, de la correduría PVM.
Las dudas sobre la demanda y el panorama económico pesimista están provocando una apreciación del dólar, ya que los inversionistas están optando por activos seguros, lo que suma presión a los precios del crudo.
Un billete verde más fuerte hace al petróleo -tasado en la moneda estadounidense- menos atractivo para los compradores globales.
El índice dólar, que mide la fortaleza de la divisa frente a una canasta de las seis monedas más operadas en el mercado, pierde 0.06%, a 94.51 unidades, pero toca un máximo de dos meses.
Los precios también se ven limitados por datos que mostraron una desaceleración de la actividad empresarial estadounidense en septiembre, el estancamiento en el Congreso sobre un estímulo fiscal adicional y la preocupación mostrada por las autoridades de la Reserva Federal sobre el freno a la recuperación.
En Europa, Reino Unido, Alemania y Francia impusieron restricciones para intentar detener las nuevas infecciones por coronavirus, todos ellos factores que afectan al panorama de la demanda mundial de crudo.
A escala global, el número de contagios de COVID-19 asciende a 32 millones, con un saldo mayor a 979,000 defunciones, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins.
En el lado del suministro, el mercado sigue pendiente de la reanudación de las exportaciones desde Libia, aunque no está claro con qué rapidez puede elevar sus volúmenes.
Con información de Reuters