Los precios del petróleo cayeron este lunes, en medio de las preocupaciones por el estancamiento de la recuperación de la demanda mundial, pero recortaron las pérdidas por las noticias sobre el paso de un nuevo huracán en el Golfo de México.

El contrato de octubre del WTI de Estados Unidos bajó 0.19%, a 37.26 dólares por barril, y el crudo Brent del Mar del Norte para entrega en noviembre perdió 0.6%, a 39.61 dólares, de acuerdo con datos de MarketWatch.

Ambos referenciales cerraron con bajas las semana pasada por segunda vez consecutiva, luego de caer a sus niveles más bajos desde junio.

La demanda mundial de petróleo caerá en 9.46 millones de barriles diarios este año, pronosticó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en un informe mensual publicado este lunes.

La OPEP también recortó su estimación de demanda para 2021 y prevé que el consumo aumentará en 6.62 millones de barriles diarios, 370,000 menos de lo esperado el mes pasado.

En un pronóstico más pesimista, la petrolera británica BP advirtió que el crecimiento de la demanda llegó a su nivel más alto, pues el consumo nunca volverá a los niveles previos a la pandemia de COVID-19, en medio del avance de tecnologías limpias y el impulso a la lucha contra el calentamiento global.

“Las tasas de infección de coronavirus están aumentando de nuevo, hay cierres localizados en un creciente número de países que afectarán a economías regionales y el número de desempleados no está cayendo de forma significativa.  Esto afecta la perspectiva sobre el crecimiento de la demanda”, dijo Tamas Varga, analista de PVM.

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En Estados Unidos, la tormenta tropical Sally ganó fuerza para convertirse en un huracán de categoría dos. El paso de la tormenta interrumpe la producción en el Golfo de México por segunda vez en menos de un mes, después de que el huracán Laura azotó la región.

El fenómeno natural podría tocar las costas de Nueva Orleans en el transcurso de esta semana, advirtió  el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Luisiana y Misisipi comenzaron a evacuar a residentes de zonas bajas.

Chevron, Equinor y Murphy Oil cerraron sus pozos como precaución, mientras que la refinería Phillips 66 detuvo su procesamiento en sus instalaciones Alliance en la costa de Luisiana. 

La tormenta obligó a las empresas energéticas a cerrar 21.4% de su producción, o 395,790 barriles por día en el norte del Golfo de México, dijo el gobierno estadounidense.

En Libia, el comandante Khalifa Haftar se comprometió a poner fin a un bloqueo de varios meses sobre las instalaciones de petróleo del país, una decisión que llevará más suministros al mercado, aunque no está claro si los yacimientos y puertos comenzarán pronto a operar.

La OPEP y sus aliados -un grupo conocido como OPEP+- se reunirá el 17 de septiembre para discutir el cumplimiento de un acuerdo sobre recortes de producción, aunque analistas no esperan que se anuncien reducciones más drásticas.

Con información de Reuters