Los perforadores de petróleo offshore han comenzado a cerrar pozos en el Golfo de México, en medio de una caída de los precios del crudo provocada por la disminución de la demanda debido a la pandemia de COVID-19.

El cierre de pozos en aguas poco profundas y profundas comenzó con la caída del WTI a territorio negativo por primera vez en su historia, ante la sobreoferta de crudo y la escasez de capacidad de almacenamiento, lo que provocó que los poseedores de contrato fueran incapaces de encontrar compradores.

Según The Wall Street Journal, el desplome obligó a compañías como Cantium y Fieldwood Energy a suspender y reducir la producción durante los próximos meses y las refinerías sustituirán el crudo del Golfo con petróleo árabe durante ese lapso.

Los directivos de las petroleras temen que la producción en la región no se recupere durante varios años, de acuerdo con el diario. Los cierres han provocado que compañías como Schlumberger, Halliburton y Baker Hughes, que también han reducido gastos operativos, además recorten personal.

Los productores off shore pagan costos altos para producir y transportar crudo a refinerías en tierra e instalaciones de almacenamiento, pero lo compensan a través de precios superiores para los barriles entregados.

El año pasado, el sector representó alrededor del 15% del total de la producción de petróleo en Estados Unidos, con un suministro cercano a 2 millones de barriles diarios.

En un esfuerzo por aminorar el impacto de la baja demanda en el negocio, los perforadores han pedido al gobierno de EU que renuncie a los pagos de regalías por la producción de petróleo en el Golfo durante un año.

El martes, el presidente Donald Trump dijo en su cuenta de Twitter que apoyará a las compañías de energía, aunque hasta el momento Washington no ha dado a conocer detalles concretos.

“Nunca dejaremos que la gran industria de petróleo y gas de Estados Unidos caiga. ¡He dado instrucciones al secretario de Energía y al secretario del Tesoro para que formulen un plan que ponga a disposición fondos para que estas empresas y empleos tan importantes estén asegurados en el futuro!”, señaló.

En un escenario de incertidumbre, las plataformas de producción más antiguas corren el riesgo de ser cerradas y retiradas, y si no hay alivio regulatorio, una gran cantidad de petróleo y gas permanecerá sin descubrir, dijo Tim Duncan, CEO de Talos Energy.

En México, la operación de cerrar pozos también fue propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador ante la caída de los precios.

La Mezcla Mexicana de Exportación siguió la tendencia bajista del referencial de Estados Unidos y cerró en -2.37 dólares por barril el lunes, aunque el martes volvió a terreno positivo al cerrar a 7.12 dólares por barril.

“Esos pozos nuevos, ahora que no tiene valor el petróleo, le podemos cerrar las válvulas, no pierden presión. Si no hubiésemos perforado nuevos pozos estaríamos produciendo menos y además produciendo en campos maduros en donde no se puede hacer esa operación de cerrar válvulas, porque se cierra y lleva tiempo, por falta de presión de los pozos, volver a reactivarlos y sacar petróleo”, dijo el martes en su conferencia matutina.