Las remesas enviadas hacia la región de Latinoamérica por los migrantes caerán casi 20% debido a la crisis por el coronavirus que deja a los trabajadores extranjeros en una situación de mucha vulnerabilidad, según una proyección del Banco Mundial (BM).

De acuerdo con un informe publicado este miércoles por la institución financiera, las remesas hacia América Latina y el Caribe se contraerán 19.3%.

Además, el organismo advirtió que los costos por enviar dinero podrían aumentar por la crisis económica derivada de la pandemia.

El estudio proyecta que los envíos de remesas hacia los países de ingresos medios y bajos caerán 19.7% en todo el mundo a 445,000 millones de dólares (mdd), lo que representa una pérdida de ingreso crucial para muchos hogares vulnerables.

“Una caída de esta magnitud no tiene precedentes en los registros que tenemos”, dijo Dilip Ratha, economista jefe encargado de migración y remesas en el Banco.

Ratha contó que durante la crisis global de 2009, la caída fue de 8% y que hubo un repunte muy rápido.

“La actual recesión económica provocada por el COVID-19 está provocando un daño profundo en la capacidad para mandar dinero a casa y hace más vital que acortemos el tiempo hasta la recuperación en las economías avanzadas”, indicó el Banco.

Pese al declive, estos envíos serán una fuente aún más importante en los países de ingresos medios y bajos ya que se espera una caída de la inversión extranjera directa en torno a un 35%, indicó el Banco.

En algunos países, los envíos de trabajadores emigrados representan hasta un cuarto del PIB, incluyendo Sudán del Sur, Haití, Nepal, Montenegro y Tonga.

Los costos de enviar dinero

El Banco señaló que en 2019 los flujos de remesas hacia América Latina y el Caribe crecieron 7.3%, a 95,000 mdd, aunque los envíos de los emigrantes de Brasil, Guatemala y Honduras crecieron cerca de 12%.

En cambio, el dinero proveniente de trabajadores de Colombia, Ecuador, Nicaragua y Panamá subió solo 6%, mientras que las remesas de bolivianos y paraguayos bajaron 3.8% y 2.2%, respectivamente.

Según las cifras de la entidad con sede en Washington, el costo de enviar 200 dólares a la región rondaba los 5.97% en el primer trimestre de 2020, pero con la crisis de coronavirus estos costos podrían aumentar por diversos factores como el cierre de oficinas y riesgos de seguridad, entre otros.

En distintas regiones, el impacto de la caída de las remesas se sentirá de manera diferente: en Europa y Asia Central será de 27.5%; en África subsahariana, 23.1%; en el Sur de Asia, 22.1%; en Medio Oriente y en el Norte de África, 19.6%, y en el Sudeste de Asia y en el Pacífico, 13%.

Los esfuerzos para contener la pandemia están provocando un brusco freno y según el informe es posible que la recesión se prolongue después de 2021.

El Banco señaló que en este contexto los inmigrantes son especialmente vulnerables a la pérdida de salarios ya que tienden a concentrarse en áreas urbanas y trabajan en el área de los servicios que fueron muy golpeadas por las restricciones y el confinamiento.