Hong Kong, uno de los centros financieros más importantes del mundo, vive momentos de fuertes protestas sociales que también han puesto en jaque al mercado accionario de la isla y los analistas no ven claro cuando podría cambiar el rumbo.

El descontento social estalló a inicios de junio, cuando el gobierno de la isla anunció planes para reformar su ley de extradición, lo que se tomó como una fuerte influencia de Beijing y, de acuerdo con las protestas, se pone en peligro la seguridad personal de todos los habitantes de Hong Kong.

En lo que va del año, el índice Hang Seng, el más importante de Hong Kong, tiene un magro rendimiento de 1.29%, muy rezagado respecto a índices como NZX de Nueva Zelanda (20.55%) y los chinos Shanghái Composite y Shenzen Composite, que han presentado incrementos 16.18 y 24.52%, respectivamente, pese a la guerra comercial con Estados Unidos.

Las manifestaciones han sido de tal magnitud que, según datos del Frente Civil de Derechos Humanos, el 18 de agosto una de cada cuatro personas de la isla se unió a las protestas ese día y sumaron un total 1.7 millones de personas en las calles.

Las personas han tomado calles, estaciones del metro y hasta el aeropuerto de Hong Kong, uno de los más importantes de Asia.

En medio de toda la incertidumbre política, Alibaba retrasará sus planes de listarse en la Bolsa de Valores de Hong Kong para recaudar 20,000 millones de dólares, de acuerdo con información de Reuters.

Las empresas ya listadas en el índice Hang Seng apuntan a una caída promedio de 19% en ingresos el próximo trimestre, lo que sería la mayor contracción desde la crisis financiera mundial de 2008, de acuerdo con estimados de Bloomberg.

“No sé cuándo se retomarán las ganancias (entre las empresas del Hang Seng)”, dijo Jackson Wong, director de la administradora de activos Amber Hill Capital a Bloomberg, el jueves pasado. “Para que eso suceda, al menos necesitamos un entorno político estable en Hong Kong y un acuerdo para poner fin a la guerra comercial”.

Beijing tiene una decisión compleja y pese a que han tratado de sofocar las manifestaciones en Hong Kong, sus intentos han sido fallidos, hasta el momento.

China bien podría estar encaminándose a convertirse en el peso pesado de la economía que era antes de la revolución industrial en Europa. Las decisiones que tome al abordar las manifestaciones en Hong Kong serán un presagio de cómo planea desempeñarse en este papel de líder en el mundo globalizado de hoy

publicó Philippe Waechter, economista en jefe de Ostrum Asset Management, filial de Natixis IM.

Si las manifestaciones y los estimados desalentadores de las empresas hongkonesas en el próximo trimestre no son suficientes para hacer dudar a cualquier inversionista, la guerra comercial entre China y Estados Unidos no cesa.

China anunció una ronda de aranceles a 75,000 millones de dólares de las importaciones estadounidenses, así como más tarifas a la soya, petróleo e importación de automóviles de Estados Unidos.

Trump, en su célebre estilo, utilizó su cuenta de Twitter para anunciar nuevas medidas; sobre los aranceles ya en vigor (por 250,000 millones de dólares) aumentó la tasa del 25 al 30% y los que entrarán en septiembre (por 300,000 millones de dólares), los incrementó del 10% al 15%.