En lugar de levadura, por las venas de Heineken circula la innovación. Es un componente que está en su genética, es su motor y es el secreto que mantiene a la marca de cerveza en el imaginario de las personas que toman esta bebida de manera asidua y también de quienes no. 

La innovación es una fuerza impulsora que da forma al mundo que nos rodea. Es el motor del progreso que impulsa a las industrias a nuevas alturas y moldea la forma en que nos colocamos frente a los demás.

Una industria que ha sido testigo de la notable combinación entre innovación y tradición es la cervecera, con Heineken como prueba viviente de que la resiliencia y la mente abierta son la clave.

Para Rosamaría Treviño, gerente de marca de Heineken México, “la innovación es parte de nuestra genética, lo que nos ha hecho evolucionar de ser una compañía de cerveza a una compañía de bebidas”. 

Su secreto, una levadura diferente

Fundada en 1864 en Ámsterdam en Países Bajos, Heineken dejó constancia de su visión disruptiva desde el primer momento, cuando su creador Gerard Adriaan Heineken revolucionó la elaboración de cerveza gracias a la cepa de la levadura A, que le da a la bebida un sabor afrutado. Esto marcó el paso inicial y le dio forma a la identidad de la marca que ha permanecido hasta ahora.

Luego vino la botella verde. Heineken fue una de las primeras marcas de cerveza en atreverse a embotellar el líquido en una botella verde, mientras que todos los demás lo hacían en marrones para proteger su producto de la luz. 

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Y, luego de casi 150 años, la innovación permanece hasta ahora. Heineken fue pionera en sacar al mercado la cerveza sin alcohol “y desestigmatizar su consumo”. Hoy, además de la cerveza tradicional y la sin alcohol, tiene en su cartera de productos sidra, mezclas y seltzers, que son bebidas con otro tipo de alcohol.

El hecho de que Heineken sea una marca disruptiva y global nos da la oportunidad de aprender de otros países. Entender qué es lo que está funcionando, cuáles son las nuevas tendencias y qué cosas intentaron en otros mercados y no funcionaron. Hay innovaciones que llegan antes de que el consumidor estuviera preparado

dice la gerente de marca.  

Para Treviño el empuje de la innovación los ha llevado a ser una marca que se atreve, que busca estar a la vanguardia, pero que está atenta a las sorpresas que puede dar el mercado. 

En Heineken nos hemos mantenido atentos al cambio. Trabajamos en estrategias que nos permitan afrontar imprevistos, pero lo más importante, es que estamos atentos a los movimientos inesperados, a fin de ajustar lo que sea necesario para llegar al destino que queremos

narra Rosamaría Treviño. 

Una marca global que también quiere ser local

A nivel global, la compañía está presente en más de 190 países en Europa, América y en África. En México ya están en todos los estados de la República Mexicana “en tiendas de abarrotes, misceláneas, ‘changarros’, tiendas de conveniencia, supermercados, restaurantes y bares”. 

Treviño trabaja en la empresa desde hace casi 16 años, cuando todavía era Cuauhtémoc Moctezuma. Luego le tocó la compra de Heineken en 2010. De manera que ha sido testigo y partícipe de la transformación que han experimentado la industria, y la compañía, durante este tiempo. 

En México, Heineken tiene cerca de 17 años. Desde entonces ha impulsado su proceso de expansión. “Es una marca que quiere ser local sin perder su carácter global”, afirma Treviño.

De acuerdo con su página de internet, Heineken México opera 7 plantas, donde trabajan más de 18,000 colaboradores. Tiene 21 marcas y más de 35 productos.  No obstante, Rosamaría Treviño afirma que la apuesta por el país es a largo plazo y va mucho más allá de los 17 años. 

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En el imaginario colectivo

Para Treviño, la semilla del éxito de Heineken está en su compromiso con el consumidor, sus necesidades, sus gustos y “hasta con aquello que los consumidores no  se imaginan que están buscando”. 

Eso y nuestra preocupación constante por generar conexiones entre las personas son lo que nos ha mantenido en el imaginario colectivo, siendo relevantes en un mercado tan competido como es el mexicano

dice Treviño. 

De fiesta

Hoy, la marca se encuentra de fiesta y celebra sus 150 años de vida. Recientemente, ha puesto en marcha dos campañas a nivel global: una sobre las distintas maneras en que las personas pronuncian su nombre y otra donde invita a los fans a personalizar su botella. 

No se trata de una fiesta para la marca, queremos celebrar a todos nuestros consumidores en el mundo, celebrar sus distintas maneras de tomar cerveza, de pronunciar nuestra marca y su diversidad; eso y la innovación nos permite mirar al futuro y pensar en mantenernos en el gusto de los consumidores muchos años más 

concluye Rosamaría Treviño. 

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