Las elecciones presidenciales de Estados Unidos son un evento que, históricamente, han dado rendimientos de doble dígito al Promedio Industrial Dow Jones (DJIA, por sus siglas en inglés), uno de los índices accionarios más emblemáticos y antiguos que existen.

De las últimas 26 elecciones presidenciales (desde 1916) en 18 ocasiones, es decir 69% de las veces, el DJIA ha avanzado hasta el día del sufragio, el primer martes después del primer lunes de noviembre. En promedio, las 18 alzas son de 10.17%.

Si se considera todo el año electoral -y no solo hasta el día de los comicios- el DJIA ha avanzado 17 veces (65%), aunque su promedio de alza es de 15%.

Lo que hay detrás de estos datos es un tema sentido común. El candidato que busca la reelección lo hace tratando de incentivar el crecimiento económico. Del lado de los contrincantes, saben que prometer prosperidad siempre ayuda en las urnas

dijo Carlos Ponce, socio fundador de SNX, Constructores de Patrimonio.

Hasta el momento, se desconoce qué candidato demócrata se enfrentará a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, el próximo 3 de noviembre. Sin embargo, los candidatos con más aceptación en las encuestas son Joe Biden, exvicepresidente de Estados Unidos, Bernie Sanders y Elizabeth Warren, de acuerdo con el medio fivethirtyeight.

“El 80% de las veces que la Bolsa de Estados Unidos tiene un movimiento de corrección en año electoral se asocia con una perspectiva de recesión económica y tasas de interés elevadas, que no son los casos hoy en día”, comentó Ponce.

La economía estadounidense creció 2.3% el año pasado y se espera un avance de 2.1% en 2020, de acuerdo con un informe del Conference Board de la Reserva Federal de Chicago.

Sobre las tasas de interés, los analistas encuestados por la herramienta CME FedWatch no esperan que la Reserva Federal haga movimientos a su tasa de interés, en la primera parte del año. Hasta diciembre de 2020, la mayoría de los analistas prevén un movimiento bajista de 25 puntos base, lo que ubicaría la tasa entre 1.25 y 1.50%.

Pese a que los números favorecen al mercado accionario en época electoral y los índices estadounidenses se encuentra en máximos históricos, el inicio de 2020 ha sido convulso.

El 3 de enero, Estados Unidos ordenó el asesinato de un general iraní y, en respuesta, Irán atacó un par de bases estadounidenses en Irak. Los eventos llevaron a las bolsas a presentar ajustes de hasta 2% en una sesión a nivel mundial.

A las presiones militares se suma la guerra comercial con China.

No se va a resolver en este año y, si gana Trump la elección, es muy posible que la guerra comercial se extienda. Si este escenario se cumple, el inversionista deberá buscar empresas con menos ingresos provenientes de China

dijo Édgar Guerra, profesionista independiente en finanzas en Nueva York.

De momento, se tiene prevista la firma del acuerdo comercial fase 1 entre Estados Unidos y China el 15 de enero.

Sin embargo, a lo largo de 2020, negociarán levantar aranceles por 370,000 millones de dólares de importaciones chinas. Las negociaciones podrían ser complejas porque se tocarán fibras sensibles como políticas chinas de transferencia tecnológica y subsidios gubernamentales, de acuerdo con un análisis de Grupo Financiero Monex.

Es muy probable que observemos una mayor volatilidad en los mercados en respuesta al cambio en el entorno macroeconómico y geopolítico. Si la volatilidad aumenta dramáticamente, los inversionistas ajustarán su exposición a activos de riesgo (acciones)

comentó Adrián Bermudez, inversionista.