Las amenazas de imponer aranceles de manera unilateral por parte del presidente de Estados Unidos Donald Trump han comenzado a desatar a los espíritus animales de los mercados.

El panorama de la guerra comercial ha cambiado. En enero parecía que iba a mejorar, pero no fue así. Trump ya no está usando sus aranceles como un arma teledirigida, sino como un arma de destrucción masiva

dijo Gregorio Gandini, analista independiente de mercados.

Si bien cuando se habla de guerra comercial y aranceles se piensa en China y Estados Unidos, esto ya va más allá. Apenas la semana pasada, Trump estaba dispuesto a imponer un arancel inicial de 5% a todas las exportaciones mexicanas, el cual aumentaría si el gobierno mexicano no controlaba los flujos de migración de los países de Centroamérica.

El arancel propuesto por Trump impactó al peso mexicano, que se depreció poco más de 5% en cinco jornadas, y nubló más el panorama crediticio del país.

Se pueden presentar mayores ajustes en el mercado por el temor a una recesión económica mundial derivada de la guerra comercial. El oro y los activos de refugio empiezan a recuperar su atractivo

dijo Heriberto Sandoval, asesor independiente en inversiones.

La ansiedad que está provocando Trump a los mercados no se queda en la paridad peso dólar, se empieza a reflejar en otros activos como los bonos o los mismos índices accionarios.

Durante 12 jornadas consecutivas, un bono del Tesoro de Estados Unidos a tres meses paga un rendimiento mayor que uno a 10 años. Una curva invertida, como se le denomina a este fenómeno, responde a que un inversionista ve más incertidumbre y tiene menos confianza de lo que pueda pasar en el corto que en largo plazo.

Una teoría vigente

En la década de 1930, el economista John Maynard Keynes utilizó el término ‘espíritu animal’ para describir factores psicológicos y emocionales que influyen al momento de tomar decisiones en momentos de poca certidumbre.

Los espíritus animales se refieren a las formas en que la emoción humana puede impulsar la toma de decisiones financieras en entornos inciertos y de volatilidad.

Trump ha provocado que la confianza empiece a escasear en el mercado. Aunque los índices accionarios pueden presumir de alzas a doble a dígito en el año, el número de máximos históricos empieza a ser menor respecto a 2018.

El S&P 500 y NASDAQ Composite apenas llevan cuatro máximos históricos este año, respectivamente, mientras que el año pasado lograron 19 y 29 récords cada uno. En el Promedio Industrial Dow Jones es más visible esta ausencia de confianza, hasta el momento no ha establecido una nueva marca este año.

En su libro ‘Cómo la psicología humana dirige la economía’, George Akerlof y Robert Shiller, explican que, aunque los espíritus animales son importantes, también lo es que el gobierno los controle con políticas económicas cuando sea necesario. De lo contrario, podrían seguir sus propios instintos y llevar a excesos que resulten una crisis económica como la de 2008.

Un largo camino

La guerra comercial y un Trump amenazante están lejos de llegar a su fin.

El viernes pasado por la tarde, México y Estados Unidos lograron una serie de acuerdos para evitar la imposición de aranceles a productos mexicanos. Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, dijo que se logró separar el tema migratorio del comercial, pero la amenaza de Trump sigue latente.

A inicios de junio, Trump estaba decidido a aplicar aranceles a importaciones australianas, pero se desechó la idea ante la oposición de militares y miembros del Departamento de Estado, al considerar a Australia un aliado estratégico, de acuerdo con el New York Times.

Esta clase de noticias solo restan credibilidad al tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que está en discusión en los congresos de los tres países.

Mientras Trump buscará ganar las elecciones del 3 noviembre del 2020 para acceder a otros cuatro años de gobierno, el mercado accionario ha pasado de la ‘codicia extrema’ (muy positivo) a un ‘miedo extremo’ los últimos 12 meses, lo que deja ver la poca certidumbre que existe en la actualidad, según el índice Miedo y Codicia de CNN Business.

“La ansiedad del mercado en este momento debería extenderse a otros países, comenzar a invocar la excusa de seguridad nacional de Trump para participar en el proteccionismo contra Estados Unidos y otros. Tales acciones podrían fácilmente convertirse en una espiral global de represalias y proteccionismo”, comentó Adam Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional, en una columna.

No hay mayor duda de que Trump prometerá y hará lo que sea necesario para reelegirse otro periodo.

La mayor preocupación que hay es que apenas empieza la carrera electoral en Estados Unidos y los próximos 18 meses, Trump, viendo nuestras debilidades, nos puede agarrar como piñata

comentó el internacionalista Fausto Pretelín.