El reinado del dólar en los mercados cambiarios se ha debilitado, lo que puede ser aprovechado por los países emergentes como México, al menos en el corto plazo.

Los temores a una desaceleración de la economía estadounidense han provocado que el consenso del mercado estime que la Reserva Federal de Estados Unidos sea más cauta con su tasa de interés referencial, lo cual le restará fuerza a la divisa estadounidense, que en 2018 ganó 3.15% frente una canasta de monedas referenciales.

De acuerdo con el índice Big Mac del semanario británico The Economist –que muestra la subvaluación o sobrevaluación de una moneda– el dólar está sobrevaluado y tendrá que ajustarse, por lo que ahora solo resta ver la magnitud del movimiento.

Bank of America-Merril Lynch (Bofa-ML) espera que la economía estadounidense se desacelere de 2.9% en 2018 a 2.5% en 2019 y 1.5% para 2020.

“El impacto puede ser amplificado con el cierre (parcial) del gobierno. Además, el crecimiento global está en peligro con los riesgos a la baja en China (esperamos que el crecimiento se desacelere a 6.1% en 2019 de 6.6% en 2018) y Europa (esperamos que se desacelere a 1.6% en 2019 del 2.1% en 2018)”, dice en un reporte Bofa-ML.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo la semana pasada que es probable que el banco central reduzca su estimado de dos aumentos en la tasa de interés este año, debido a la volatilidad en los mercados financieros y ante mayores expectativas de una desaceleración.

“Durante el año veremos la economía y condiciones financieras más estrictas y también reduciremos nuestra trayectoria de (la) tasa de interés”, dijo Powell en una entrevista en el Economic Club de Washington D.C., en donde también aclaró que la Fed no ha tomado ninguna decisión sobre el ritmo de los aumentos de tasa este año, pero que los funcionarios serán “flexibles”.

Si el escenario de una mayor corrección del dólar se cumple, los mercados emergentes tendrán un mejor escenario, ya que los capitales irán en búsqueda de mejores rendimientos.

En el caso de México, los inversionistas extranjeros ya han regresado con un mayor apetito al mercado de deuda gubernamental.

Al 4 de enero, los foráneos tenían 2.154 billones de pesos de valores como Cetes, Bondes, Udibonos y bonos a largo plazo. Esto representó un aumento de 24,747 millones de pesos frente a los 2.129 billones de pesos del cierre del 2017, de acuerdo con datos del Banco de México.

No obstante, en el largo plazo las acciones de la Fed marcarán el ritmo de la divisa estadounidense, por lo que los participantes del mercado no pueden confiarse.

Nosotros pensamos que la Fed subirá hasta dos veces la tasa este año, si sigue la percepción de los inversionistas de que no hará más aumentos y en determinado momento los datos económicos sustentan la posibilidad de que la Fed haga una pausa, la debilidad del dólar seguirá a lo largo de todo el año

James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco.

Comentó que entre enero y febrero la tendencia positiva para el peso mexicano puede mantenerse, con lo que el dólar puede caer hasta los 18.60 pesos, no obstante, esta fortaleza estará al vaivén no solo de temas externos, sino internos.

“Va a depender también de lo que suceda con Pemex y su plan de negocios, si las cosa empiezan a dificultarse o  una vez que se empiecen a dar los primeros datos en la primera mitad del año, eso pudiera generar o encender alarmas de las agencias calificadoras”, dijo Salazar.

La firma británica Capital Economics, publicó que, pese a que el consenso apuesta por un debilitamiento del dólar, ellos esperan que la mayoría de las monedas de los mercados emergentes se deprecien frente al dólar.

Mientras tanto, la reducción de liquidez por parte de la Fed ya ha puesto en aprietos a los mercados.