El peso mexicano atraviesa un momento histórico. En lo que va del segundo semestre del año, el dólar retrocede 12.45% frente al peso mexicano, algo sin precedentes desde 1994, cuando se determinó el régimen de libre flotación para el tipo de cambio.

La debilidad del dólar y el apetito por riesgo le permitieron a la moneda local dicha apreciación histórica frente a la divisa estadounidense. El tipo de cambio se ubicó en 20.0990 pesos por dólar el viernes, de acuerdo con datos de Banco de México (Banxico).

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La expectativa de corto plazo es positiva para la moneda nacional y es que el apetito por el riesgo global se ha incrementado ante los avances en el desarrollo de vacunas contra el COVID-19. Otro factor que genera optimismo es la próxima administración en Estados Unidos que presentaría un tono más moderado en comparación al anterior

dijo Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero de Black Wallstreet Capital.

El apetito por riesgo también se nota en activos como acciones o criptomonedas, que rondan en máximos históricos.

Hacia 2021

La mediana de los analistas espera un tipo de cambio de 21.40 pesos por dólar para el siguiente año, de acuerdo con la última encuesta de Citibanamex. La diferencia entre el pronóstico más optimista y pesimista para el tipo de cambio es de 25.6%.

Barclays espera un tipo de cambio de 19 pesos por dólar y Scotiabank estima 23.86 pesos por billete verde, para el 2021.

Reforma a Banxico, un punto a seguir de cerca

La debilidad del dólar marcará, en buena medida, el rumbo de la moneda mexicana.

“Prevemos un entorno de debilitamiento generalizado del dólar el próximo año, derivado de la política monetaria y fiscal altamente expansiva en los Estados Unidos y de una menor demanda por activos de refugio, conforme la economía mundial siga mejorando”, comentó Ve por Más, en una nota.

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En lo que va del año, el índice DXY, que mide el desempeño del dólar frente a seis divisas referenciales (euro, libra esterlina, yen, dólar canadiense, corona sueca y franco suizo) tuvo un ajuste de 6.2%, al pasar de 96.84 a 90.87 unidades. Si llega a romper el piso de 90 puntos, será la primera vez que pase desde abril del 2018.

La debilidad del dólar responde a los recortes a sus tasas de interés, hasta mínimos históricos, y programas de liquidez que aplica la Reserva Federal para impulsar a la economía.

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Los contrastes

Los factores internos que pueden poner presión al tipo de cambio el próximo año son recortes en la tasa de interés de Banxico, una recuperación económica más lenta de México y riesgos de recortes a las calificaciones crediticias. Además, se llevarán a cabo elecciones intermedias que pueden provocar volatilidad e incertidumbre, de acuerdo con un análisis de Intercam Banco.

En la parte internacional, lo relacionado a la pandemia y vacunas contra el COVID-19, junto con eventos geopolíticos, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, son algunos puntos de presión que pueden impactar al peso frente al dólar.

Las perspectivas sobre los mercados financieros dependen ampliamente de la evolución de programas de vacunación contra el COVID-19, cualquier pausa en este sentido impactaría de manera muy negativa a la moneda local

comentó Rodríguez.