Nota del editor: Este texto es meramente informativo y no representa una recomendación de inversión por parte de EL CEO
Las bolsas de todo el mundo están en caída en picada desde comienzos de abril, a medida que los bancos centrales se esfuerzan por controlar los altos niveles de inflación, por lo que los instrumentos de deuda del gobierno como Certificados de la Tesorería (Cetes), Bonos M o Udibonos se vuelven una opción de inversión más atractiva.
En general, la curva de rendimiento de los bonos ha subido durante 2022, debido a una combinación de presiones inflacionarias persistentes y la normalización de la política monetaria a medida que se reactiva la economía tras el impacto de la pandemia.
Puede ser atractivo comprar instrumentos de renta fija, sobre todo en los próximos meses, conforme Banco de México (Banxico) siga subiendo su tasa de interés, dependiendo del tipo de instrumento
dijo en entrevista Jesús López, subdirector de análisis económico en Grupo Financiero Base.
Banxico subió la semana pasada su tasa de referencia en 50 puntos base para ubicarla en 7% y se prevé que hacia el cierre de este año continuarán los aumentos, en línea con las decisiones de la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos.
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La tasa de Banxico cerraría el año en un nivel entre 8% y 9%, aunque dependerá del comportamiento de la inflación subyacente, que excluye a los bienes y servicios más volátiles, y que ha presionado al alza los precios al consumidor en los últimos meses.
Más demanda por instrumentos de corto plazo
Los Cetes, Bonos M y Udibonos de más corto plazo están siendo más demandados por los inversionistas, debido a que los cupones que pagan son mucho más altos que en otros años y son considerados de menor riesgo que los de largo plazo.
El apetito por instrumentos de corto plazo ha aumentado de manera más considerable que los de largo plazo. Los de corto plazo están más asociados a los ajustes de la tasa de interés
mencionó Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico en Monex.
Como ejemplo, los Cetes a 28 días se ubican a una tasa de 6.97%, la más alta desde marzo de 2020, y los de 91 días pagan un cupón de 7.46%, el mayor en 30 meses, de acuerdo con datos de Banxico.
En el caso de los Bonos M con vencimiento a cinco años se ubican en su tasa más elevada desde 2018, y los Udibonos a tres años, desde 2020.
Destaca este último instrumento, pues si bien los rendimientos de los Udibonos son menores comparados con otros otros bonos, están ligados a la inflación y protegen el poder adquisitivo de las personas.
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Tolerancia al riesgo, clave
La paciencia y tolerancia al riesgo pueden jugar a favor cuando se trata de inversiones, pues un horizonte de largo plazo usualmente viene acompañado de ganancias más altas.
Si eres un inversionista que busca conservar su patrimonio y hacerlo crecer en un periodo de tiempo amplio, los instrumentos de renta fija son oportunidades para seguir entrando al mercado conforme siga subiendo la tasa
explicó López.
En el mercado de renta fija, una menor demanda de instrumentos provoca que el rendimiento suba y el precio baje. Ante las elevadas tasas que están pagando ahora, un inversionista que decida vender su bono tendría que hacerlo a un precio más bajo del que lo adquirió.
Un bono de más largo plazo (10, 20 o 30 años) es más riesgoso por lo que muchos inversionistas deciden no retenerlo hasta su madurez; sin embargo, en caso de esperar hasta su vencimiento se tendría una plusvalía, pues se paga la tasa en la que estaba al momento de la compra.
¿Comprar la caída?
Ante el mal momento que viven las bolsas a nivel global, algunos hablan de comprar la caída, lo que en inglés se conoce como ‘buy the dip’, para obtener ganancias en el futuro.
La teoría dice que cuando los bancos centrales comienzan a subir las tasas de interés las acciones tienden a caer y los inversionistas buscan instrumentos más seguros como los bonos.
Para los analistas consultados, si bien invertir en acciones a largo plazo es rentable, la volatilidad persistirá en los próximos meses, por lo que se deben considerar algunos factores de riesgo para los mercados.
Al subir las tasas de interés, el crecimiento económico se desacelera porque se encarece el crédito y esto tiene efectos negativos en los márgenes de las empresas, es decir que afecta sus fundamentales.
Además están otros riesgos como la guerra entre Rusia y Ucrania o los confinamientos en China, eventos que han empeorado los problemas de las cadenas de suministro y han presionado más la inflación.
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