El mercado de renta fija (deuda) tanto estadounidense como mexicana se ha tomado un respiro en las últimas sesiones, a la espera de un encarecimiento en el precio del dinero, es decir, de la tasa de interés.
Después de tocar las tasas de rendimientos más elevadas de los últimos años, ahora los bonos estadounidenses (treasuries) a 10 años y los bonos mexicanos a 10 años (M10), se encuentran por debajo del 3 y 9%, respectivamente.
Aunque ambos instrumentos son de renta fija, cada uno tiene sus peculiaridades. En la parte de los treasuries, estos son considerados como activos de refugio, si su rendimiento es bajo es porque los inversionistas están temerosos del panorama actual y prefieren resguardar sus inversiones en estos instrumentos, lo que hace que su precio suba y la tasa que pagan, baje.
Las percepciones de mayor riesgo global, generadas principalmente por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, y la aversión al riesgo, llevaron más flujos de capitales hacia activos de Estados Unidos, considera Jonathan Zuloaga, asesor macroeconómico y de mercados de Columbus de México.
Desde el 8 de noviembre al 17 de diciembre, la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años ha retrocedido 38 puntos base, para ubicarse en 2.86%, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Mientras la renta fija estadounidense ha ganado atractivo en las últimas jornadas, los principales índices de Wall Street están bajo de presión. El S&P 500, Promedio Industrial Dow Jones y NASDAQ Composite presentan un ajuste -cada uno- de alrededor de 7%.
El caso de México
Los bonos mexicanos a 10 años, denominados en pesos (M10), presentan un ajuste en el rendimiento que pagan. Del 27 de noviembre al cierre del lunes, su tasa cedió 39 puntos base a 8.87%, de acuerdo con datos de Bloomberg.
A diferencia de los treasuries, el respiro que han tomado los M10 es por una menor presión en el país. En los últimos meses, el horizonte mexicano se vio empañado por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, consultas ciudadanas y proyectos de ley al sector bancario y minero.
“Si bien se mantiene en el aire la sensación de incertidumbre política, el Paquete Económico del 2019 no trajo sorpresas desagradables”, comentó Zuloaga.
La propuesta presentada por el Ejecutivo ante el Congreso de la Unión contiene expectativas conservadoras y alcanzables, de acuerdo con una nota de Grupo Financiero Monex.
Banxico y la Fed, a un paso de encarecer el dinero
El próximo miércoles y jueves, la Reserva Federal y el Banco de México (Banxico) anunciarán respectivamente sus decisiones de política monetaria, para lo que el consenso de los analistas y jugadores del mercado esperan un incremento.
“La inflación da espacio para subir en México 25 puntos base la tasa de interés. El movimiento (alcista) ayudaría mucho y sería un anclaje bastante saludable para el tipo de cambio”, dijo Édgar Arenas, gerente de estrategia e inversión de CI Banco.
En noviembre, la inflación en México se ubicó en 4.72%, por encima del objetivo del Banxico de 3% +/- un punto porcentual.
“Dependemos mucho en México del tipo de cambio. Si el peso se sigue depreciando, es muy probable que tengamos otro aumento en el primer semestre del próximo año”, comentó Arenas.
De cumplirse el estimado de este jueves, la tasa de referencia de Banxico se ubicará en 8.25%, su nivel más alto desde el 2008.
En Estados Unidos, el 68% de los analistas encuestados por la herramienta CME FedWatch prevé que la Reserva Federal aumente 25 puntos base su tasa de referencia, para llevarla a un rango de 2.25-2.50%.
“La perspectiva del alza de tasas ya era un hecho desde la reunión de septiembre. Los distintos miembros de la Fed y sus comunicados habían dejado bastante claro que, bajo el contexto económico de este año, les hacía sentido hacer cuatro movimientos alcistas en el año y eso prácticamente amarró los incrementos de septiembre y diciembre”, dijo Zuloaga.