La recesión económica, bajas de interés y el temor de un repunte en la morosidad son los factores que castigan a las acciones de los bancos que cotizan en el mercado accionario mexicano. En el panorama aún no hay indicios que mejore pronto.

Gentera, Regional, Banco del Bajío y Santander son cuatro de las cinco acciones más castigadas del S&P/BMV IPC en lo que va del año. Las cuatro instituciones financieras promedian en el índice de la Bolsa Mexicana de Valores una baja de 53%. El caso de Gentera alcanza un derrumbe de 68.98%.

Como referencia, el S&P/BMV IPC retrocede 17.28% en lo que va del año.

Este lunes 21 de septiembre, Regional y Santander México abandonarán el IPC y sus puestos serán ocupados por Grupo Cementos Chihuahua y Telesites.

Sector sensible

El sector financiero es sensible al ciclo económico. En momentos de recesión, la gente no demanda la misma cantidad de créditos que con una economía en expansión y usualmente en las recesiones hay tasas de interés bajas que no favorecen a los ingresos de los bancos, de acuerdo con Luis Alvarado, especialista en el mercado bursátil de Grupo Financiero Base.

Para este año, la mediana de analistas encuestados por Citibanamex espera una contracción económica de 9.9% y un rebote de 3.5% para el 2021. En cuanto a las tasas de interés, los economistas esperan recortes de 25 puntos este año y otro cuarto de punto el próximo año.

Si los estimados son correctos, la tasa de interés referencial de Banco de México pasaría de 4.50 a 4% para finales del 2021.

En este contexto que se esperan tasas de interés bajas, una recesión larga, creemos que van a seguir muy descontadas las acciones de los bancos. Los precios de los bancos pueden tardar en regresar a niveles prepandemia más allá del 2021

dijo Alvarado.

Morosidad, un factor de riesgo

El programa de diferimiento de pagos que la banca dio a sus clientes para enfrentar la pandemia del COVID-19, terminó en julio y en agosto se tuvieron que pagar las mensualidades con sus intereses extraordinarios.

Si bien el Índice de Morosidad (IMOR) -que representa el retraso en el cumplimiento de pago por parte del acreditado- del sistema bancario fue de apenas 2.09% en julio, los datos todavía no reflejan el fin del programa de diferimiento de pagos.

El panorama es desafiante para los bancos porque, si bien no pareciera una crisis a este punto, la velocidad de pérdida de empleos, así como el poco crecimiento de estos en últimos periodos, no dan buenas señales para el índice de cartera vencida

comentó Guillermo Delgado, director de Operaciones en Black WallStreet Capital.

Al 30 de junio, nueve millones de usuarios hicieron uso del diferimiento de pagos, es decir, uno de cada cuatro créditos entró al programa, esto es 999,800 millones de pesos en crédito inscrito, de acuerdo con cifras de la Asociación de Bancos de México.

El primer aviso

La pandemia y las bajas tasas de interés ya mandaron una señal de atención. Las utilidades de Banorte, BBVA, Citibanamex, HSBC, Inbursa, Santander, Scotiabank y Banco del Bajío, los bancos más importantes por activos, cayeron 9,901 millones de pesos en el segundo trimestre del año; la utilidad neta fue de 32,478 millones de pesos desde 42,379 millones de pesos logrados un año antes.

“El impacto de la morosidad no se mostró en el reporte del segundo trimestre del año; vendrá en el tercer y cuarto trimestre, por lo que se vuelve aún más importante el índice de cartera vencida”, comentó Delgado.

Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, dijo en el podcast de Banorte, Norte Económico, que los próximos días se anunciarán siete medidas para apoyar a instituciones financieras ante un aumento de la cartera vencida.

Si el gobierno no pone de su parte, los bancos pueden tener más presión. Debemos considerar la morosidad de las pequeñas y medianas empresas y la de las personas físicas que perdieron su trabajo o negocio y tenían contratado un crédito. En ambos casos empezarán a fallar con sus pagos, sino es que ya dejaron de pagar

dijo Iván Santín, analista independiente.