Dentro de los empresarios más importantes de México, uno de los que genera buena aceptación y reconocimiento es Alfredo Harp Helú, un impulsor del béisbol en el país.

El dueño de los Diablos Rojos de México cuenta con una particularidad que le ha permitido lograr el éxito: tener un lazo sanguíneo con el hombre más rico del país, Carlos Slim Helú, su primo.

Sin embargo, la vida del empresario no solo es Slim. También ha forjado una dinastía de gran importancia que al día de hoy lo coloca como uno de los hombres de negocios más importantes de México.

Alfredo Harp Helú
Foto: Sitio web Alfredo Harp Helú

Alfredo Harp Helú, de Carso a ser el rey del béisbol

El sitio de internet del empresario señala que nació en la Ciudad de México el 11 de marzo de 1940. A los once años de edad, con el objetivo de entender cómo funcionan los negocios, se inició en la venta de suscripciones del periódico Excélsior. 

En sus estudios, sus primeros pasos los dio en el Colegio Cristóbal Colón, dirigido por los hermanos lasallistas. Tras su paso en la educación básica y media, decidió estudiar la universidad en la ahora Facultad de Comercio y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se graduó como contador público.

Tras concluir su educación académica, su primer trabajo profesional lo desarrolló en el despacho de Price Waterhouse, en dónde colaboró por más de dos años y adquirió una buena experiencia para consolidar lo que sería su vida financiera. 

Alfredo Harp Helú
Foto: Sitio Web Alfredo Harp Helú

El acercamiento con sus primos y el sector bursátil

Tras laborar en este despacho contable, Alfredo Harp Helú decidió trabajar con sus primos Carlos y Pepe Slim. En ese tiempo, en 1966, Carlos era presidente del consejo de Inversora Bursátil y fue él quién lo nombró director general. 

Esta decisión hizo que su vida tomará un rumbo directo hacia la rama financiera y bursátil, lo cual es parte de su día a día hasta la actualidad.

De Carlos (Slim) aprendí a tener la habilidad de resolver varias situaciones al mismo tiempo. Él es un gran pitcher, siempre dijo que llegaría a ser el empresario más importante de México y sus envíos al home lo llevaron a lanzar varios juegos sin hit ni carrera y logró ser uno de los empresarios más exitosos del mundo

destacó en sus memorias.

Para años posteriores, al lado de Roberto Hernández Ramírez fundó la casa de bolsa Acciones y Valores de México, S.A. de C.V. (Accival), la cual logró ser de las más importantes en términos de volumen y monto de operaciones celebradas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Sin embargo, uno de los momentos clave, el que le permitió despuntar como uno de los empresarios más importantes de México, se dio en el año 1990, cuando junto a Roberto Hernández Ramírez y un grupo de inversionistas compraron el Banco Nacional de México (Banamex), creando así el Grupo Financiero Banamex Accival (Banacci), el más importante del país hasta ese momento.

Tras diez años de operar, en 2001 decidieron vender esta institución financiera a Citigroup, la empresa estadounidense que desembolsó 12,500 millones de dólares por el banco local.

Con esta venta, Alfredo Harp Helú no paró. Decidió seguir invirtiendo en una serie de negocios como las tiendas deportivas Martí, Grupo Posadas o la empresa Interceramic.

Alfredo Harp Helú
Fotoarte: Sitio Web Alfredo Harp Helú

Dentro de los más ricos del país

Alfredo Harp Helú cuenta con una fortuna valuada en más de 1,400 millones de dólares, según lo publicado por Forbes durante el 2023 en su conteo anual de millonarios, colocándolo en el lugar número 32 de los 50 más ricos de México.

Además de sus negocios comerciales, en la parte deportiva Alfredo Harp Helú cumplió su meta, comprar un equipo de béisbol en México, deporte que se ha encargado de apoyar desde su incursión hace 30 años, en 1994, con la compra de los Diablos Rojos del México.

Además de esto, en 1996 adquirió los Guerreros de Oaxaca, el cual se sumó a la lista de sus propiedades para así seguir apoyando el desarrollo de este deporte en México. No solo eso, su poderío y gusto por el llamado “Rey de los Deportes” lo llevó a cruzar fronteras y para el año 2012 se hizo accionista de los Padres de San Diego, con lo que se convirtió en el primer empresario mexicano en invertir en un equipo de las Grandes Ligas de Béisbol de los Estados Unidos.

Sin embargo, la joya de la corona llegó en 2019, cuando el empresario mexicano cumplió otro de sus sueños y también la promesa a todos los seguidores de los Diablos Rojos de México: tener su propio estadio.

El llamado “Estadio Alfredo Harp Helú” ​​es el primer estadio que se construyó en la capital del país en el siglo XXI, lo que lo coloca como uno de los parques de pelota más grandes y modernos de Latinoamérica.

Actualmente, se sabe que el empresario radica en la ciudad de Oaxaca, donde lleva a cabo la operación de su fundación que tiene un enfoque en proyectos e iniciativas a favor de la sociedad.

Alfredo Harp Helú
Foto: Sitio Web “Estadio Alfredo Harp Helú”

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