Con el plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, la situación económica en la región resiente sus primeros efectos, siendo el primero una creciente incertidumbre.
En México se espera que se venza el plazo este sábado, fecha que Trump fijó para imponer políticas proteccionistas contra su principal socio comercial. A pesar de esto aún no queda claro si los aranceles se aplicarán de inmediato o si habrá un periodo de negociación previo.
Industriales y economistas advierten sobre los efectos negativos en el comercio de América del Norte. Los aranceles afectarían productos como automóviles, aluminio, frutas, verduras, cerveza y electrónicos.
El petróleo crudo, principal importación estadounidense desde Canadá y una de las más relevantes desde México, podría ser incluido en la lista de productos afectados, lo que encarecería la gasolina.
Fotoarte: Mariana Flores
Anuncio y fecha, la que diga Donald Trump
Recientemente, la agencia Reuters fijó dos fechas límites la política arancelaria de la Casa Blanca: el anuncio oficial, este sábado 1 de febrero; y su entrada en vigor para el 1 de marzo del año en curso.
No obstante Karoline Leavitt, vocera del gobierno de Donald Trump, se apresuró a desmentir la segunda fecha, y reiteró que la entrada en vigor de esta medida es “sí o sí”, el sábado 1 de febrero, fecha adelantada por el mandatario estadounidense.
“El plazo del 1 de febrero sigue en pie. El presidente Trump aplicará aranceles del 25% a méxico y canadá,”
mencionó la vocera.
Con ello confirmó que la política arancelaria depende completamente de la voluntad política que salga de la Oficina Oval.
Dinero, la gran movida de los aranceles
El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, afirmó al medio estadounidense que los ingresos arancelarios ayudarían a financiar la extensión de los recortes fiscales de 2017, que ascienden a aproximadamente cuatro billones de dólares.
Trump podría invocar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) para justificar los aranceles. Esta legislación le permite imponer sanciones económicas en casos de crisis, sin necesitar la aprobación del Congreso (la negociación del T-MEC, en 2025, sí necesita aprobación del órgano legislativo).
Con esto dicho escenario en puerta, la respuesta de México está enfocada en una posible represalia arancelaria así como la disputa en instancias internacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo esta mañana que mantendrá un diálogo abierto, pero advirtió que defenderá la soberanía y los intereses económicos del país.
Además de esto, la presidenta a través de su secretario de Economía, Marcelo Ebrard, advirtió que quien realmente pagará por los aranceles en contra del país es el pueblo de los Estados Unidos, quienes son los principales compradores de productos que se hacen en México.
Te puede interesar:
