El presidente Donald Trump nominó a la jueza conservadora de la corte federal de apelaciones Amy Coney Barrett para llenar la vacante en la Corte Suprema de Estados Unidos tras la muerte de Ruth Bader Ginsburg, dijeron el viernes dos fuentes.
Trump anunció su opción para reemplazar a Ginsburg, un ícono liberal que falleció el 18 de septiembre a los 87 años.
Fue designada por Trump para la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito de Chicago en 2017. Ese mismo año estuvo en la lista de posibles candidatos a la Corte Suprema asignados por el presidente tras el anuncio del retiro del juez Anthony Kennedy.
Amy Coney Barrett, de 48 años, es conocida por sus opiniones conservadoras en materia religiosa. En caso de ser elegida, sería la miembro más joven del órgano legal.
De acuerdo con el diario El País, se autodefine como una “textualista”, en referencia a una interpretación estricta (casi literal) de los textos de la Constitución, con el fin de respetar “la intención original” de un texto que se creó en 1787.
Si se confirma, la candidata de Trump daría una ventaja de 6-3 a los conservadores en la Corte Suprema, en un momento de intensas divisiones políticas en Estados Unidos.
Barrett ha sido vista como favorita para el puesto junto con otra jueza de apelaciones, Barbara Lagoa.
El candidato de Trump tiene lo que parece ser un camino limpio hacia la confirmación del Senado antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, ya que los republicanos cuentan con una mayoría de 53-47 y solo dos senadores en su partido se oponen a avanzar con el proceso