La preocupación del consumo nacional se centra en el comportamiento del mercado laboral en Estados Unidos, ya que de este país proviene más de 95% de los ingresos por remesas en México.
Es decir, una de las principales variables del consumo privado en territorio mexicano depende de si cuentan con una fuente de trabajo los connacionales.
De acuerdo con datos del Departamento de Trabajo de la Unión Americana, la tasa de desempleo hispana-latina llegó a 4.6% de esta población activa al cierre de marzo de este año.
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Dicho resultado superó el resultado de igual periodo del 2022, cuando la tasa se ubicó en 4.2%.
El panorama se oscurece por el incremento en las expectativas de recesión ante la incertidumbre sobre el sector bancario en Estados Unidos y Europa.
Si la situación logra ser contenida –que parece que sí será–, es muy probable que los bancos centrales continúen con su ciclo restrictivo, lo cual también implica mayores posibilidades de una desaceleración económica
señala Banorte.
Alerta norteamericana
La debilidad económica en Estados Unidos pone en alerta a las familias mexicanas, ya que, según cifras del Banco de México, de los 58,510 millones de dólares que entraron al país por concepto de remesas el año pasado, 95.5% provino de la Unión Americana.
Lo anterior se traduce en 55,864 millones de dólares anuales, por lo cual, el incremento de la tasa de desempleo en el país vecino del norte preocupa al consumo nacional.
En tanto, los países que le siguieron a Estados Unidos fueron Canadá con 750 millones de dólares (1.3% del total), Ecuador con 218 millones (0.4%) y Reino Unido con 134 millones (0.2%).
De hecho, los territorios con los menores envíos de remesas en el 2022 corresponden a:
- Cuba (24 dólares)
- Madagascar (24 dólares)
- Montserrat (25 dólares)
- Burundi (58 dólares)
- Malawi (64 dólares)
- Timor Oriental (160 dólares)
- Samoa (167 dólares)
- Mauricio (190 dólares)
- Comores (259 dólares)
- Zimbabwe (329 dólares)
- Azerbaiyán (339 dólares)
- Laos (382 dólares)
Presiones al consumo
A pesar de que la inflación en México comenzó a desacelerar, aún continúa en niveles altos, situación que presiona al consumo nacional.
También se suma el nivel elevado de las tasas de interés y el desgaste de la capacidad de gasto tras varios meses de una inflación atípica.
A estas presiones se sumará la merma en el ingreso que pudiera provocar el escenario de una recesión en Estados Unidos y México durante la primera mitad del 2023 a través de menores flujos de remesas y una tasa de desempleo más elevada
asegura Monex.