El gobierno británico pidió el miércoles a la Unión Europea suspender temporalmente la aplicación de las disposiciones aduaneras posbrexit en Irlanda del Norte y negociar “cambios significativos” de dichas medidas, fuente de gran tensión en esa región británica. 

“Creemos que debemos acordar rápidamente una moratoria” en la aplicación del denominado “protocolo de Irlanda del Norte”, afirmó David Frost, ministro encargado de cuestiones europeas, ante la cámara alta del Parlamento británico.

El Reino Unido abandonó formalmente el mercado único europeo y la unión aduanera el pasado 1 de enero. El 24 de diciembre ambas partes firmaron un acuerdo comercial que incluye disposiciones aduaneras específicas para Irlanda del Norte. 

 Diseñado para evitar una frontera entre esa región británica y la vecina República de Irlanda -país miembro de la Unión Europea-, inaceptable para los republicanos norirlandeses y que amenazaría el frágil proceso de paz instalado en 1998, el protocolo mantiene a la región en el mercado único europeo y la unión aduanera. 

 Pero impone controles a mercancías procedentes de Gran Bretaña para evitar que los productos no autorizados entren en la UE a través de Irlanda. 

 Las comunidades unionistas de norirlandeses, apegadas a su pertenencia a la corona británica, los denuncian como una separación del resto del Reino Unido.

Violentos disturbios

 Esto provocó violentos disturbios que despertaron el temor a nuevos enfrentamientos intercomunitarios.  

Londres y Bruselas alcanzaron recientemente un acuerdo que permite a Gran Bretaña seguir enviando carne refrigerada a Irlanda del Norte durante otros tres meses, hasta el 30 de septiembre.

 Pero Londres pide ahora realizar “cambios significativos” a un protocolo larga y arduamente negociado, lo que amenaza con provocar la ira de Bruselas.