La farmacéutica Pfizer venderá alrededor de 23 medicamentos y vacunas de patente a países pobres a un precio que no le resulte lucrativo, una acción que busca mejorar la calidad en el sector salud de 45 países más pobres del mundo.

Entre los medicamentos a los que podrán tener acceso las naciones más pobres se encuentra el tratamiento contra el COVID-19 (Paxlovid), el medicamento para tratar la neumonía (Prevnar 13), y el fármaco contra el cáncer (Xalkori e Inlyta) y cáncer de de mama (Ibrance).

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También, la farmacéutica estadounidense planea incluir tratamientos de enfermedades infecciosas, enfermedades inflamatorias, y para algunos tipos de cáncer.

Pfizer denomina esta iniciativa como “una operación para un mundo más sano” 

Países como Ruanda, Ghana, Senegal, Malawi y Uganda serán de los principales países beneficiados, pues se busca cerrar la brecha de desigualdad de salud en el mundo.

El enfoque de la iniciativa va dirigido principalmente a la mayoría de países africanos y del sudoeste de Asia, regiones a nivel global en donde se percibe un índice mayor de pobreza.

Los altos niveles de pobreza dan como resultado una baja calidad de vida, lo que a su vez detona en problemas de salud, lo que hace más difícil el acceso a medicamentos, en buena medida por un escenario de desabasto, lo que provoca la pérdida de vidas humanas

Al respecto, la Fundación Bill y Melinda Gates sostuvo que estos países carecen de un buen acceso a tratamientos innovadores, por lo que los nuevos tratamientos pueden tardar entre cuatro y siete años en estar disponibles en los países pobres.

Pfizer y la vacuna contra COVID-19 en países pobres

Albert Bourla, presidente ejecutivo de Pfizer, señaló la importancia de que todos los medicamentos que se ponen a disposición en las naciones pobres sean útiles.

El directivo de la farmacéutica destacó la relevancia de medicamentos como el antivírico (Paxlovid) contra el COVID-19, el cual podrá conseguirse fácilmente.

Pese a la iniciativa, la farmacéutica ha sido criticada por la forma en que ha distribuido su vacuna para el COVID-19.

Esto, debido a que algunos países pobres han tenido que esperar meses, después de que las primeras dosis llegaran a las naciones más ricas.

Al respecto, Bourla aseguró que la  entrega tardía de medicamentos para combatir el coronavirus se debe a la falta de infraestructura sanitaria en algunos países en los que se dificulta la distribución de la vacuna.

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