La nueva variante ómicron de COVID-19 presenta “un riesgo muy elevado” para el mundo, advirtió este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayando que todavía hay muchas incógnitas sobre ésta y el peligro real que representa.
“Hasta el momento, no se ha registrado ninguna muerte asociada a la variante ómicron”, dijo la OMS en un documento técnico publicado este lunes, en el que también da consejos a las autoridades para intentar frenar su avance.
Añadió que dadas las mutaciones que podrían conferirle la capacidad de escapar a una respuesta inmunitaria, y darle una ventaja en términos de transmisibilidad, la probabilidad de que ómicron se extienda a nivel mundial es elevada, mientras se amplía la lista de países donde la variante ha sido detectada tras los primeros casos producidos en África austral en noviembre.
“En función de estas características podría haber futuros picos de COVID-19, que podrían tener consecuencias severas (…)” agrega la OMS, que ya desde el viernes calificó la variante de “preocupante”.
Entre las incógnitas sobre la cepa se encuentra qué tan contagiosa es, si ello es inherente a las mutaciones constatadas o al hecho de que la variante elude la respuesta inmunitaria; el nivel de protección de las vacunas anticovid existentes, y la gravedad de la enfermedad, es decir, si la variante causa síntomas más graves.
Lo que se sabe de la variante y la efectividad de las vacunas para combatirla
Por ahora, lo que se sabe es que la nueva variante presenta un impresionante número de mutaciones que se concentran en una parte, la proteína “spike”, que es la llave de entrada del virus en el organismo.
Estas características explican el temor, por ahora teórico, de que esta variante sea más contagiosa y resista con más fuerza a las vacunas que las anteriores.
El domingo, una médica sudafricana explicó que los pacientes afectados por esta variante presentaban “síntomas leves”, lo que hizo suponer a algunos analistas que esta variante era más contagiosa pero menos peligrosa.
En cuanto a la resistencia de las vacunas, habrá que esperar dos o tres semanas para tener los primeros elementos sobre la capacidad del organismo humano para generar anticuerpos frente a esta variante. Y harán falta meses para disponer de una idea de la eficacia real de las vacunas frente a los casos de coronavirus provocados por la variante ómicron.
Los fabricantes de vacunas AstraZeneca, Pfizer/BioNTech, Moderna y Novavax se mostraron confiados por su capacidad para luchar contra esta nueva cepa.
Por ahora los investigadores insisten en un punto: la estrategia de lucha contra las variantes actuales, sobre todo delta, sigue siendo en principio la buena, incluso tras la aparición de ómicron.
En otras palabras, hay que seguir vacunando a tanta gente como sea posible, sobre todo a adultos, y respetando ciertas restricciones, como la distancia social y el uso de la mascarilla.
Expansión global y medidas
Ómicron sigue extendiéndose por el mundo tras 13 casos detectados en Países Bajos, y llevó a Israel a cerrar sus fronteras a los ciudadanos extranjeros.
“Estamos en una carrera contra el reloj para atajar la nueva variante”, admitió este domingo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En Países Bajos, las autoridades sanitarias anunciaron el día de ayer que 13 pasajeros procedentes de Sudáfrica que dieron positivo por COVID-19 a su llegada a Ámsterdam el viernes portan la variante ómicron.
Y podría haber más casos, ya que, en total, se detectaron 61 positivos.
Israel, donde se confirmó un caso de un viajero procedente de Malaui, decidió prohibir a partir del domingo la entrada de extranjeros en su territorio, y obligar a sus ciudadanos vacunados de vuelta al país a someterse a un test PCR y guardar tres días de cuarentena (siete si no están vacunados).
Esta decisión llega menos de un mes después de que el país reabrió sus fronteras (el 1 de noviembre), y a ocho días de la fiesta judía de Hanukkah.
Dinamarca anunció el domingo dos casos de contagiados con la nueva cepa en pasajeros procedentes de Sudáfrica.
También se notificaron dos casos en Australia, en dos pasajeros vacunados que volvían del sur de África, y habían llegado a Sidney el mismo día del cierre de las fronteras con nueve países africanos. Doce pasajeros del mismo vuelo están en cuarentena.
Australia levantó recientemente la prohibición a sus ciudadanos vacunados para viajar al extranjero sin autorización.
La variante ómicron se detectó también en Botsuana, Hong Kong y varios países europeos (Bélgica, Reino Unido, Alemania, Italia y República Checa).
En el Reino Unido, la Agencia Británica de Seguridad Sanitaria (UKHSA) ha confirmado tres casos hasta el momento, mientras vuelven restricciones de acceso y el uso de cubrebocas.
Filipinas anunció la anulación de vuelos de zonas donde se haya detectado la variante.
Arabia Saudí extendió la lista de países con los que suspende vuelos a 14. Kuwait y Catar (importante centro neurálgico aéreo) también anunciaron restricciones con nueve y cinco países africanos, respectivamente.
Otros países están anunciando la suspensión de vuelos de países del sur de África donde la variante está presente, como Sudáfrica, Mozambique, Esuatini (o Suazilandia), Angola, Zambia, Malaui, Lesoto, Zimbabue, Namibia, Botsuana.
No obstante, el domingo, la OMS reiteró su llamado a “que las fronteras permanezcan abiertas” y afirmó estar “al lado de los países africanos” en un comunicado.
Sudáfrica teme que las prohibiciones globales de acceso tengan consecuencias para su economía y en particular para su turismo, por lo que pidió su anulación inmediata.
Por otro lado, el gobierno británico, a cargo de la presidencia rotatoria del G7, anunció el domingo la convocatoria de una “reunión de emergencia” de sus ministros de salud para abordar el tema de la variante ómicron del coronavirus este lunes.
Con información de AFP