Reino Unido alcanzó un ‘peligroso’ punto de inflexión y, por ello, debe actuar a medida que aumentan los casos de COVID-19, aseguró el primer ministro Boris Johnson este martes, al establecer nuevas restricciones que, advirtió, podrían durar seis meses.
El premier británico dio a conocer un nuevo paquete de medidas más estrictas para tratar de frenar el número cada vez mayor de casos de coronavirus, ante una acelerada segunda ola de contagios.
Ante este nuevo escenario, el gobierno busca extender el uso de mascarillas a personal que trabaja en comercios minoristas y pasajeros de taxis. La multa por no usar la mascarilla subirá a 200 libras (5,470 pesos) si es la primera ofensa.
Además, Johnson pidió a la población que trabaje desde casa y anunció la imposición de nuevas restricciones en pubs, bares y restaurantes, que deberán cerrar a las 10:00 pm.
Las bodas estarán limitadas a 15 asistentes a partir del próximo lunes y los juegos deportivos de más de seis personas que se realizan en interiores estarán prohibidos.
Con estas medidas, se busca evitar el decreto de un confinamiento nacional completo como el que impuso en marzo.
En un discurso ante el Parlamento, Johnson aseguró que el objetivo es equilibrar las restricciones más estrictas. Por ello, buscará mantener abiertas tantas empresas como sea posible siempre que cumplan con las pautas sobre cómo funcionar de manera segura ante el virus.
Asimismo, Boris Johnson advirtió que podría haber más restricciones para frenar la propagación del COVID-19 si los pasos adicionales anunciados no logran reducir el número de contagios.
“Si todas nuestras acciones no logran que el número R sea inferior a uno, entonces nos reservamos el derecho de desplegar restricciones significativamente mayores”, dijo al Parlamento británico.
El número R representa la cantidad de personas que infecta una persona contagiada con COVID-19.
Con información de Reuters