Los hilos de la actividad económica se mueven al ritmo de las decisiones políticas y de la inversión privada, y en este proceso, México y Brasil retomarán un nuevo camino en la antesala de una recesión a nivel mundial.

Esta relación se daría con la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil, quien mantiene una buena relación, por ideología política, con el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

Ambos políticos forman parte del rompecabezas de gobiernos de izquierda que se formó en América Latina y además comandan a las dos economías más grandes de la región.

Una vez que Lula da Silva tome posesión —programado para el 1 de enero de 2023— se abrirá el camino para el fortalecimiento de la relación e integración económica, dijo en entrevista el profesor de Economía de la FES Aragón, Román Moreno.

De concretarse, posicionarían a la región como uno de los bloques económicos más importantes del mundo. Basta recordar que, según datos de la Cepal, entre ambas economías suman más de la mitad (56.4%) del PIB regional

planteó el profesor de la UNAM

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El motor está en Norteamérica

A pesar de que México y Brasil pueden iniciar un nuevo camino en materia política y económica, el motor del crecimiento debe ser Norteamérica, aunque de allá provenga el impacto de una eventual recesión, dijo el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Mario Correa.

El directivo dijo que aunque es buena idea “ampliar los horizontes y mercados” y que México, al ser una de las economías más abiertas del mundo, le dejará mayores beneficios, actualmente no sería una solución.

La oportunidad más grande y sin lugar a dudas es América del Norte. Ya tenemos una serie de vínculos naturales; tenemos el T-MEC, una serie de necesidades en común, que representan la oportunidad más grande por mucho

dijo Correa en videoconferencia

Por ejemplo, de enero a septiembre, el 82.53% de las exportaciones no petroleras de México tuvieron como destino a Estados Unidos, al tiempo que uno de los principales socios comerciales de ese país es México.

México-Brasil, una balanza comercial deficitaria

Históricamente, México ha tenido un saldo deficitario con Brasil en cuanto a intercambio comercial.

Si bien la lectura de un saldo negativo en la balanza suele interpretarse como algo negativo para la economía, también muestra que, en este caso México, demanda diversos productos de ese país que se usan como insumos para ciertos procesos productivos y que se traducen en la creación de empleos.

Seguramente veremos el fortalecimiento de los sectores de los principales productos en que se basa la relación comercial entre México y Brasil, tales como: la industria siderúrgica, automóviles, maíz amarillo, los cuales representan un área de oportunidad para incrementar su intercambio comercial

dijo Román Moreno

De enero a septiembre, el saldo de la balanza comercial de México con Brasil fue deficitaria por 5,710 millones de dólares, por encima de los 3,814 millones que se registraron en el mismo lapso del año pasado, según muestran datos de Banco de México (Banxico).

Sin embargo, Mario Correa dijo que en lugar de tener complementariedades como para voltear y ampliar el comercio, más bien México compite con Brasil en muchos mercados.

No veo que sea la mejor oportunidad, desde luego tratando de fortalecer los vínculos siempre es buena idea, pero no me parece que sea la mejor oportunidad que tiene ahorita nuestro país

planteó Correa

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