La economía mundial posiblemente no se dirige a otra crisis de proporción similar a la del COVID-19, pero la acumulación de inventarios y la incertidumbre sobre la demanda de China dificultan la recuperación de los mercados de crudo, dijo un funcionario de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
El director de mercados energéticos y seguridad de la AIE, Keisuke Sadamori, dijo a Reuters que el panorama para el petróleo se enfrenta a los impactos de una nueva ola de coronavirus en algunos países o de una primera etapa de COVID-19 que no da tregua en otras naciones.
Existe una incertidumbre enorme, pero no esperamos otra crisis grave en la actividad económica en los próximos meses. Incluso aunque el mercado no está esperando para dentro de poco un crecimiento real y robusto, la perspectiva sobre la demanda es más estable en comparación con tres meses atrás,
dijo Sadamori.
Los precios del petróleo se derrumbaron a mínimos históricos durante las caóticas semanas en que la pandemia dio paso a restricciones económicas y de movimiento que sofocaron la demanda de crudo y han estado recortando pérdidas desde entonces para situarse cerca de 40 dólares el barril.
La AIE recortó su previsión sobre la demanda de crudo del 2020 en su reporte mensual del 13 de agosto y advirtió que la disminución de los viajes aéreos podrían dar paso a una rebaja de la estimación de consumo de 8.1 millones de barriles por día (bpd).
“Aún no parece haber una reducción considerable de las existencias de petróleo. No estamos viendo un repunte robusto de la actividad refinera y (el consumo) de combustible para aviones es un gran problema”, explicó Sadamori.