El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó este lunes que México será la sede de las negociaciones que se impulsan con la oposición, pero insistió en condicionar su participación al levantamiento de sanciones y el cese de supuestos planes para derrocarlo.

“El reino de Noruega ha venido promoviendo un diálogo internacional con sede en México, muy bien, estamos de acuerdo”, indicó Maduro durante una reunión con parlamentarios en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.

El mandatario también apuntó que en “lo que no estamos de acuerdo es que alguna gente diga que quiere participar en el diálogo y esté preparando golpes de Estado, financiamiento a delincuentes, ataques terroristas, y esté planificando magnicidios”.

Las declaraciones de Maduro se producen tras la detención del exdiputado Freddy Guevara, un cercano colaborador del líder opositor Juan Guaidó, que ha estado detenido antes, y a quien la Fiscalía le imputará los delitos de “traición a la patria” y “terrorismo”.

Maduro comentó que “algunos de estos sectores, por solicitud de ustedes, diputados, los hemos indultado de causas anteriores, pero salen indultados, salen en libertad e inmediatamente se incorporan a buscar delincuentes, a pagar grupos violentos y a preparar magnicidios y asesinatos”. 

El mandatario venezolano ha expresado en otras oportunidades su disposición a dialogar con la oposición, que liderada por Guaidó, no reconoce su investidura, alegando que su reelección de 2018 fue fraudulenta.

En tanto, Guaidó es reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, incluido Estados Unidos, aunque en la práctica el control institucional y territorial lo ejerce Maduro.

Las posibilidades de un nuevo diálogo se producen en medio de la disposición de Estados Unidos y la Unión Europea de revisar sanciones si avanzan negociaciones en pro de elecciones “creíbles”.

El presidente de Venezuela insistió en condicionar su participación al levantamiento de esta medidas coercitivas, que incluyen un embargo petrolero por parte de Estados Unidos, y han asfixiado su ya golpeada economía.

Asimismo el gobernante señaló que “hemos propuesto tres condiciones para ir a México (…) Uno, que Estados Unidos y la Unión Europea levanten todas la sanciones; dos, que todos los sectores políticos al sentarse reconozcan la validez y funcionamiento de los poderes públicos y la constitucionalidad del país y sus autoridades legítimas; y tres, que todos los sectores renuncien a planes violentos con delincuentes, golpes de Estado, magnicidio y otros caminos de la violencia”.

No es la primera vez que Maduro hace estas peticiones, que expertos descartan como posibilidad.

Mientras gobierno y oposición se encaminan a una nueva mesa de negociación desde la agotada instancia de diálogos en Barbados en 2019, Venezuela se prepara para unas elecciones de alcaldes y gobernadores el 21 de noviembre, que Maduro se comprometió a respetar, buscando recuperar reconocimiento internacional.

La dividida oposición, que boicoteó las elecciones presidenciales de 2018 y las legislativas de 2020, enfrenta el dilema de participar o no