La economía de Japón volvió a retroceder en durante el tercer trimestre del año, lo que subraya una fragilidad en la recuperación económica del país y respalda el apoyo continuo del Banco de Japón (BOJ) y del gobierno.
El Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo a un ritmo anualizado de 2.1% en el tercer trimestre de 2023, en gran medida por un descenso en los gastos empresariales, que disminuyeron 0.6% después de caer 1% en el trimestre anterior. Asimismo, la falta de recuperación del gasto de los consumidores y el incremento de las importaciones son factores que también influyeron en el desempeño del periodo.
La contracción fue más prolongada que la estimación de los analistas que esperaban sólo 0.4%. Tras los resultados el yen se debilitó frente al dólar estadounidense.
Estos datos sugieren que la recuperación económica en Japón es más frágil de lo que se pensaba anteriormente y se necesita un apoyo continuo del gobierno y del banco central.
Los resultados pueden darle al BOJ una razón más para retrasar cualquier cambio de política hacia la normalización, ante las continuas incertidumbres que incluyen debilidad monetaria, inflación prolongada y un panorama sombrío al exterior del país.
BOJ se mantendrá firme
El gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, ha sostenido que el banco central se mantendrá firme hasta que haya señales más claras de que se está fortaleciendo los salarios, precios y el crecimiento económico en Japón.
A pesar de ello, Ueda también insinuó recientemente que Japón ha avanzado en su camino rumbo a su objetivo de inflación estable que es de 2%, uno de los requisitos previos para la normalización de políticas monetarias, lo que ha incrementado las especulaciones sobre un posible cambio no muy lejano.
Taro Saito, jefe de investigación económica del Instituto de Investigación NLI, dijo que después de los comentarios de Ueda, las especulaciones han crecido, pero aseguró que si se analiza el estado de la economía japonesa, ese escenario de normalización de políticas monetarias podría estar en riesgo.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya pronostica que la debilidad de la moneda nipona empuje a la economía del país asiático a ser la cuarta más grande del mundo en términos de dólares, detrás de Estado Unidos, China y Alemania, a finales de este 2023.
Otros datos de la economía japonesa
Las exportaciones netas también tuvieron una ligera contracción en el periodo de 0.1% y se mantuvieron en línea con las proyecciones del mercado. En cuanto a los inventarios privados, este dato tuvo una baja de 0.3% superando las estimaciones de los expertos que esperaban solo una caída de 0.1%.
Por otro lado, ante la situación que vive Japón y para hacer frente a la continua lentitud de la demanda y el impacto de los altos precios en los hogares, el gobierno agregó gastos para apoyar la demanda a través del último paquete económico del primer ministro Fumio Kishida por un valor de más de 17 billones de yenes (113,000 millones de dólares).
Las medidas se centran principalmente en recortes del impuesto sobre la renta y ayudas a los hogares de bajos ingresos. La oficina del Gabinete estima que las medidas podrían impulsar la economía en 1.2% anual en los próximos tres años.
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Con información de Bloomberg