Una flotilla de cinco buques que transportan combustible iraní para Venezuela se aproxima al Caribe, y el primer barco alcanzaría las aguas del país sudamericano el domingo, según datos de seguimiento de Eikon de Refinitiv.
Irán suministra alrededor de 1.53 millones de barriles de combustible a Venezuela, de acuerdo a ambos gobiernos, así como a fuentes y cálculos de TankerTrackers.com con base en los niveles de calado de los buques.
Las embarcaciones han causado un enfrentamiento diplomático entre Irán, Venezuela y Estados Unidos ya que los dos primeros países están bajo sanciones de Washington, que considera nuevas medidas en respuesta a la situación.
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump cree que el combustible es pagado en oro, dijo un funcionario de Washington a Reuters la semana pasada.
Estados Unidos recientemente reforzó su presencia naval en el Caribe en lo que dijo formaba parte de la ampliación de sus operaciones antidrogas. Pero Jonathan Hoffman, un portavoz del Pentágono, dijo el jueves a periodistas que no estaba al tanto de ninguna operación relacionada con los cargamentos iraníes.
Continuamos diciendo que Irán y Venezuela, ambos aislados en el orden internacional, (están) violando claramente las sanciones internacionales con esta transacción
dijo Jonathan Hoffman, un portavoz del Pentágono.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, aseguró que su país escoltará en su zona económica exclusiva a los tanqueros iraníes.
El buque cisterna con bandera de Irán Fortune, el primero en la flotilla, se acercaba al Mar Caribe el viernes. Ha estado navegando con su señal de satélite encendida desde que pasó el Canal de Suez este mes. Los otros cuatro tanqueros siguen la misma ruta a través del Océano Atlántico, según los datos de Eikon.
Venezuela, miembro de la OPEP, necesita desesperadamente combustible para alimentar hasta 1,800 estaciones de servicio que han estado parcialmente cerradas por semanas debido al insuficiente abastecimiento de las refinerías de la estatal PDVSA, que hasta el 10 de marzo trabajó a alrededor de un 10% de su capacidad conjunta de 1.3 millones de barriles por día (bpd).
Venezuela consumía 170,000 bpd de gasolina previo a las medidas de confinamiento relacionadas al coronavirus. Las ventas de combustible en las estaciones de servicio declinaron a alrededor de 40,000 bpd, debido al racionamiento, según cálculos independientes.
Más de una década de mala administración y falta de personal, en conjunto con las sanciones de Estados Unidos desde 2019, han limitado las importaciones y dejado a las refinerías en pobres condiciones. Envíos de equipos en vuelos desde Irán llegaron a Venezuela en las últimas semanas para iniciar trabajos de reparación