Investigadores del Instituto de Biotecnología de Beijing, la firma CanSino Biologics y especialistas de otros seis institutos revelaron que los resultados de la primera fase de una vacuna contra el COVID-19 desarrollada en China son prometedores.

Se observó que la vacuna genera anticuerpos y linfocitos T, de acuerdo el artículo publicado en la revista The Lancet.

La dosis se aplicó en 108 voluntarios sanos, divididos en tres grupos, a quienes se les suminisró una vacuna vectorial con adenovirus recombinante tipo 5 (Ad5) que expresa la glucoproteína espiga de una cepa de SARS-CoV-2.

“Al igual que las vacunas tradicionales, las recombinantes enseñan al cuerpo a combatir de forma efectiva ciertas infecciones. Este tipo de dosis se crean a la carta en el laboratorio, generando nuevos microorganismos que no producen la infección”, explica el sitio OpenMind de BBVA.

Sin embargo, estos resultados no refieren a que sea la cura contra el COVID-19, pues el propósito era comprobar la seguridad y tolerancia de los pacientes.

Aún queda mucho camino para que esta vacuna esté disponible para todo el mundo,

precisó la investigadora encargada del proyecto, Wei Chen.

Además, desde abril se puso en marcha la segunda fase de ensayos que incluye a 500 pacientes, algunos mayores de 60 años, a fin de mejorar la dosis de las personas con la enfermedad.

Vacuna será un bien público: Xi Jinping

El 18 de mayo, el presidente de China, Xi Jinping, prometió que convertirá en un “bien público mundial” a la vacuna en caso de que el país asiático la desarrolle.

El mandatario dijo que apoyaba una “evaluación completa” e “imparcial” de la respuesta mundial al coronavirus una vez que se haya controlado la epidemia.

Hasta el 22 de mayo, cinco millones 169,907 personas se habían contagiado con COVID-19, que había provocado el fallecimiento de 335,993, según la Universidad Johns Hopkins.