La banca de América Latina se ha mostrado fortalecida ante las altas tasas de interés y la desaceleración económica que se espera se extienda hasta 2024; sin embargo, debe prestar especial atención al deterioro de cartera, indicó Fitch. 

De acuerdo con la agencia calificadora, la región ha demostrado una alta resiliencia a las complicaciones dejadas por la pandemia de COVID-19, la guerra entre Ucrania y Rusia y a las problemáticas económicas.

Esos factores han llevado en el último año a un estrechamiento en los márgenes de los bancos, que particularmente ha afectado a las entidades pequeñas, golpeando las utilidades y en muchos casos generando pérdidas.

La media de los bancos están en una buena condición para seguir enfrentando estos desafíos

dijo a Reuters Alejandro García, director de bancos de Latinoamérica para Fitch.

Añadió que pese a ello no se debe dejar de lado que los desafíos económicos como la inflación y las altas tasas continuarán durante el resto del año y hasta 2024. 

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Atención a la cartera 

Pese al buen comportamiento de la banca de América Latina, García hizo un llamado a no perder la mirada del deterioro registrado en las carteras, principalmente de consumo, por el incumplimiento de los clientes debido al escenario macroeconómico. 

Explicó que esta dificultad daña la rentabilidad, provoca un menor crecimiento de préstamos, existen más gastos en provisiones y estrecha los márgenes para un segmento de los bancos. 

La desaceleración económica podría llevar a la banca tradicional a realizar modificaciones, a la vez que deberá lidiar con los nuevos participantes del sector Fintech, que podría ir aumentando su participación en el mercado. 

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Con información de Reuters