Argentina dio inicio formal este miércoles a las consultas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acordar un nuevo programa crediticio, en reemplazo del suscrito en 2018 por 57,000 millones de dólares, informó el gobierno del país en un comunicado.

El presidente Alberto Fernández, con la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, y del representante del Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos, se comunicó con (la directora gerente) Kristalina Georgieva para comenzar las negociaciones destinadas a arribar a un nuevo entendimiento con el organismo,

indicó el texto.

En su conversación con la titular del FMI, Fernández refirió que su gobierno considera necesario avanzar “sin prisa y sin pausa (…) junto al FMI”. Se trata de “ordenar el desorden que heredamos del gobierno anterior”, expresó en referencia a su predecesor, Mauricio Macri, cuyo gobierno firmó el último acuerdo crediticio con el organismo internacional.

En una declaración posterior, Georgieva expresó la disposición del FMI para “apoyar a Argentina en estos tiempos desafiantes”.

Al asumir la Presidencia en diciembre pasado, Fernández dejó en suspenso ese acuerdo con el FMI, del que Argentina había recibido unos 44,000 millones de dólares en medio de una crisis monetaria, y renunció a los tramos pendientes del convenio.

Argentina “en gran medida, ya puso en orden las cuentas con los acreedores y comenzará a trabajar hoy para hacerlo con los organismos internacionales de crédito, en especial, el FMI”, añadió Fernández en un acto desde la residencia presidencial de Olivos.

“Para lograr certezas, hay que poner en orden las cuentas. La conversación de hoy con Georgieva me alienta a pensar que vamos a poder hacerlo con una lógica común: no postergar a la Argentina”, sostuvo.

Argentina está a pocos días de cerrar un canje de deuda por unos 66,000 millones de dólares emitidos en bonos bajo legislación extranjera.

El plazo para adherir al canje concluye el próximo viernes y la semana siguiente se conocerán los resultados. Durante las negociaciones para la reestructuración de esa deuda, Argentina recibió el respaldo del FMI.

Tras cancelar en 2006 la deuda que mantenía con el FMI por 9,800 millones de dólares, Argentina enfrió su relación con el organismo multilateral durante 12 años, lapso en el que no permitió las visitas de revisión de sus cuentas.

Invitación

En una carta dirigida a Georgieva, el ministro Guzmán y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, invitaron al organismo multilateral a que envíe una misión que realice “una evaluación precisa de los desafíos” y comience las conversaciones con Argentina.

El FMI espera “profundizar nuestro diálogo sobre cómo podemos apoyar los esfuerzos del gobierno para enfrentar el impacto de la pandemia, impulsar el crecimiento y la creación de empleo”, sostuvo la titular del FMI, quien también mencionó como objetivo fortalecer “la estabilidad macroeconómica” del país sudamericano.

Los vencimientos del préstamo del FMI comienzan en septiembre de 2021. Las reservas internacionales ascienden actualmente a 43,000 millones de dólares.

En la carta, Guzmán y Pesce evocaron también la recesión que Argentina atraviesa desde 2018 y el impacto que ha tenido en la economía la pandemia de coronavirus, con una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de casi 20% en el segundo trimestre y de 12.9% en el primer semestre de 2020 en comparación anual.

Impulsado por la fuerte suba del gasto público para paliar los efectos de la crisis, el déficit fiscal primario (antes del pago de intereses de la deuda) alcanzó el equivalente a 3.3% del PIB en el primer semestre de 2020.

La deuda pública argentina asciende a un total de 324,000 millones de dólares, casi 90% del Producto Interno Bruto.