Argentina se ha sumergido en una volatilidad financiera después de que el domingo el opositor de centroizquierda, Alberto Fernández, lograra una abrumadora diferencia sobre el mandatario neoliberal Mauricio Macri en las elecciones primarias.

Con ese panorama, Fernández está a un paso de ganar la presidencia en las próximas elecciones de octubre y eso ha puesto nerviosos a los inversionistas. 

Con 98.7% de las mesas escrutadas, el Frente de Todos, de Fernández, consiguió 47.7% de los votos, contra 32.1% de Juntos por el Cambio, la coalición de Macri, según el conteo oficial.

En estas elecciones primarias se definen los candidatos que competirán en las elecciones de octubre por los cargos de presidente, senadores y diputados nacionales.

Las primarias son consideradas un preciso sondeo de lo que podría acontecer en los comicios generales de octubre, donde una crisis económica golpeó la imagen de Macri en el último año y revitalizó al peronismo en la oposición.

Si se repite el resultado el 27 de octubre, Fernández puede ganar en la primera vuelta.

¿Por qué reaccionaron tan mal los mercados?

Fundamentalmente porque tienen a Macri como su candidato favorito y temen que Fernández pueda virar hacia una mayor intervención estatal.

Peso baila el peor tango

El peso argentino extendió este miércoles sus pérdidas frente al dólar tras la agitación en el mercado cambiario provocado por la victoria de Fernández, quien tiene a la expresidenta Cristina Fernández como su compañera de fórmula.

Hoy se depreció 7.14% al cierre a 60.2 unidades por dólar, pese a la intervención del banco central, que ha inyectado a la economía entre el lunes y este día al menos 305 millones de dólares de sus reservas para ayudar a estabilizar la moneda.

En tres días la moneda ha acumulado una pérdida de 24.70%. El peso alcanzó un mínimo histórico el lunes de 65 unidades por dólar, una caída del 30%.

El mercado cree que Fernández probablemente incumplirá e impondrá controles de capital y renegociará con el FMI. En pocas palabras, el mercado cree que Fernández es el retorno del populismo,

opina Claudio Irigoyen, de Bank of America.

La caída del lunes en el peso desconcertó a los inversionistas de renta variable mundial, con mercados ya nerviosos por la guerra comercial chino-estadounidense y las protestas en Hong Kong.

Sí, Argentina es una economía pequeña. Sin embargo, lo último que quieren ver los mercados mundiales es que otro gobierno favorable al mercado caiga en el populismo y/o la geopolítica,

considera el estratega de Rabobank, Michael Every.

Un peso más débil se tradujo rápidamente en precios más altos en las tiendas argentinas. Algunas de electrodomésticos en Buenos Aires, sin saber cómo fijar el precio de sus productos en medio de un tipo de cambio fluctuante, dejaron de imprimir etiquetas de precios y pidieron a los clientes que preguntaran.

Aún se mantiene las dudas sobre el futuro de un programa de ‘bienes esenciales’, introducido por Macri en abril para fijar precios bajos hasta octubre sobre 64 productos alimenticios básicos. 

Mucha ira, mucha confusión, muchas personas que piensan que salir del país podría ser una opción,

dijo Florencia Nagy, residente de la capital.

¿Fuga de capitales?

Macri aseguró el lunes en conferencia de prensa que la victoria de Fernández provocó la salida de inversiones en Argentina, lo que se tradujo en la depreciación de la divisa de su país.

“Lo que pasó, porque ganaron, es que nos desconectaron un poco del mundo. Una cantidad de gente se fue, vende a cualquier precio y se van. Las empresas nuestras pierden valor, capacidad de crecer, de generar empleo”, sostuvo el mandatario.

Afirmó además que si se confirma el triunfo del kirchnerismo en octubre habrá más  fuga de capitales.

“Esto es una muestra de lo que va a pasar. Por el pasado, hay un montón de gente que decide que no deja su dinero en este país, que se va”, dijo Macri.

Las propuestas económicas de Macri y Fernández

Mientras Mauricio Macri propone avanzar con la apertura de la economía argentina, Alberto Fernández es proclive a una mayor intervención estatal para impulsar el mercado doméstico.

El gobierno de Macri lleva adelante un plan de fuerte ajuste fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 56,000 millones de dólares desde 2018, cuando Argentina entró en recesión. Los primeros vencimientos están previstos para 2021.

Macri, descendiente de una de las familias más ricas de Argentina, llegó al poder en 2015 con la promesa de impulsar la tercera economía más grande de América Latina a través de una ola de liberalización.

Pero la recuperación prometida no se ha materializado y el país está en recesión.

Medidas de alivio tras derrota

El presidente anunció este miércoles un aumento al salario mínimo, reducción de impuestos y congelamiento del precio de la gasolina durante 90 días, medidas que buscan paliar las consecuencias en la economía de su derrota electoral.

Mi tarea es asegurar la gobernabilidad. El diálogo es el único camino. La incertidumbre ha generado mucho daño y nos obliga a ser responsables. Quiero transmitir tranquilidad en este proceso electoral que ha comenzado,

dijo el mandatario en un mensaje difundido antes de la apertura de los mercados.

Sostuvo que las medidas alcanzarán a 17 millones de trabajadores y sus familias y a todas las pequeñas y medianas empresas.

Entre los paliativos, habrá dos pagos extras de 2,000 pesos (unos 33 dólares) en septiembre y octubre para los empleados, dos pagos extras a desempleados que cobran subsidios por hijos y un bono de 5,000 pesos (unos 83 dólares) una vez para los trabajadores estatales y fuerzas de seguridad.

Ademas redujo el impuesto a la renta de los asalariados, y a las pequeñas y medianas empresas se les dará planes a 10 años para pagar deudas con el fisco.

¿Y Fernández?

El exjefe de gabinete ha culpado a Macri por la agitación de los mercados.

El diálogo está abierto, pero no quiero mentirle a los argentinos. ¿Que puedo hacer? Solo soy un candidato. Mi pluma no firma decretos,

dijo en una entrevista con el canal de televisión argentino Net TV.

Fernández ha dicho que trataría de reelaborar el acuerdo de reserva con el FMI si ganara las elecciones generales.

Además ha propuesto un pacto económico y social para combatir la inflación, que se encuentra una tasa de 55%.

La votación “implícitamente denota demandas de la población para reorientar las políticas económicas una vez que el nuevo gobierno asuma el poder en diciembre”, explicó Moody’s en un comunicado.

Los mercados se muestran cautelosos ante la incertidumbre de cómo actuaría un gobierno kirchnerista ante el gran monto de deuda contraído por su predecesor.

Según Capital Economics, “el desplome de los mercados argentinos y la creciente posibilidad de un giro a la izquierda con las elecciones presidenciales de octubre ha reavivado los temores de una cesación de pagos en Argentina”.

“No voy a declarar la cesación de pagos. Yo no quiero caer en default, de ningún modo, es muy costoso salir del default”, reaccionó Fernández en entrevista con Net TV.

“Macri nos dejó en default. Si no tuviéramos el auxilio del Fondo Monetario, Argentina estaría en default y el uso que hizo Macri de los recursos del Fondo fue patético. El que crea la idea de la inestabilidad es Macri”, sostuvo.

Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015), Argentina canceló su deuda con el FMI por 9,500 millones de dólares y realizó dos canjes en 2005 y 2010 de su deuda en mora con 93% de los bonistas.

Pero se alejó del FMI, organismo que dejó de realizar visitas y revisiones periódicas a Argentina. Fernández fue jefe de gabinete de Néstor durante todo su mandato y de Cristina durante el primer año.

Argentina recién volvió a los mercados en 2016, con Macri en el gobierno, tras resolver el litigio en Nueva York de fondos especulativos.

Muestras de apoyo

En el contexto internacional, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, expresó su apoyo a la continuidad del gobierno de Macri: “No queremos hermanos argentinos huyendo para acá”.

La banda de Cristina Kirchner, que es la misma que la de Dilma Rouseff, la misma de Maduro, Chávez y Fidel Castro dio señales de vida aquí. Pueblo guacho, si esa izquierda regresa aquí en Argentina podemos tener en el río Grande do Sul un nuevo estado de Roraima y no queremos eso: hermanos argentinos huyendo para acá,

aseguró el mandatario.

Con información de Reuters y AFP