Uno de los mayores temores de los jóvenes adultos es el Servicio de Administración Tributaria (SAT), pero para aliviar esas preocupaciones y lo que implica el pago de impuestos, la dependencia a cargo de Raquel Buenrostro hará uso del régimen simplificado de confianza.
Como un plan a largo plazo, lo que busca el SAT es que los jóvenes sean conscientes del pago de impuestos, a los cuales, Buenrostro prefiere llamar “contribuciones”, cuando perciban ingresos por su trabajo desde que cumplen los 18 años.
Por ejemplo, los jóvenes mayores de edad que actualmente cuentan con un empleo tendrán que hacer su pago de impuestos, aun si sus ingresos son de 100 pesos, pues el SAT facilitará el camino para que sean responsables con sus obligaciones fiscales.
Si es un joven, debe estar ganando muy poco dinero, cae perfectamente en el régimen simplificado, lo que pasaría es que el SAT le hace su declaración de manera automática, le cobra el 1% de sus ingresos y si gana 100 pesos va a pagar un peso, que no es significativo y ese es el beneficio de esta propuesta que es muy progresiva,
dijo Buenrostro luego de comparecer en la Cámara de Diputados, el pasado jueves
En caso de que el joven deje de trabajar podrá acceder desde su teléfono al portal del SAT y referir que “ya no tiene actividades” laborales por las que percibe un ingreso y por tanto no pagará sus contribuciones.
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El cobro de 1% al que se refirió Buenrostro se basa en la propuesta del régimen de confianza para personas físicas que establece cuotas fijas que varían en función del ingreso bruto anual.
La apuesta del SAT apunta primero a trabajar de la mano de universidades públicas y posteriormente con las escuelas privadas, en caso de que estas últimas estén interesadas, según Buenrostro.
Con los cambios que perfila el SAT busca que todos paguen sus “contribuciones” desde pequeños hasta los grandes contribuyentes.
No es terrorismo, porque además a lo mejor impuestos está mal dicho, una mejor palabra sería contribuciones porque las contribuciones en México y el mundo son una política de Estado para hacer una redistribución de los ingresos y para garantizar bienes y servicios públicos,
agregó Buenrostro
Una etapa de transición
Más que una sanción es una ‘etapa de transición’, así definió Buenrostro la obligatoriedad del RFC para los jóvenes que recién cumplan la mayoría de edad.
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“Estamos en una etapa de transición, donde lo que buscamos es el cambio cultural más que la sanción. Es obligación del SAT generar difusión y programas para promover y explicar al joven lo que pretendemos”, dijo la funcionaria.
Buenrostro subrayó que no buscan implementar sanciones contra los jóvenes, pues si no perciben ingresos por algún trabajo y son estudiantes serán considerados como ‘sujetos no obligados’.
“Hay un bloque que se llaman ‘sujetos no obligados’, entonces mientras sean estudiantes y no un trabajador, eso quiere decir que no tienen que presentar absolutamente nada de información, nada más se registra, saca su firma electrónica y queda en el sistema como sujeto no obligado”.
