El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador afirma que la refinería de Dos Bocas, Tabasco, costará 8,000 millones de dólares, pero calificadoras tienen otros datos.
El pasado jueves, el Ejecutivo informó que la licitación para elegir al project manager de la construcción se declaró desierta debido a que las empresas concursantes “estaban pidiendo mucho”, por lo que la obra quedará a cargo de Pemex y de la Secretaría de Energía (Sener), cuya titular, Rocío Nahle, será quien tome la batuta.
Desde que se tomó la decisión de construir la nueva refinería y, más aún, tras el anuncio sobre los planes para su construcción, especialistas han llamado al gobierno a reconsiderar la obra.
De acuerdo al gobierno, la refinería generará 100,000 empleos y tendrá una capacidad de procesamiento de 340,000 barriles de petróleo crudo por día. Además, prevé que inicie la construcción el próximo 2 de junio y que concluya en mayo de 2022.
Otros datos…
El costo total podría elevarse a 18,000 millones de dólares si se incluyen el desarrollo de infraestructura necesaria para que la obras opere al 100%, de acuerdo con expertos consultados por El CEO.
La calificadora mexicana HR Ratings advirtió que la construcción requerirá una inversión de 10,530 millones de dólares.
Moody’s estimó el 13 de mayo que ante la falta de experiencia de Pemex en la construcción de refinerías, el proyecto de Dos Bocas podría tardar y costar más de lo que se estima, lo que metería más presión a los recursos fiscales.
La calificadora de riesgo estimó que el proyecto podría terminar costando entre 10,000 y 12,000 millones de dólares.
“Con el tiempo, esto llevará a un mayor drenaje de los recursos fiscales, dado que Pemex ya está en necesidad de apoyo gubernamental para estabilizar sus finanzas. El costo de la construcción de la refinería sería un nuevo deterioro en su situación financiera”, argumentó.
El viernes pasado, el área de análisis de Citibanamex informó que una refinería como la planeada en Dos Bocas costaría alrededor de 12,000 millones de dólares con un tiempo de construcción de ocho años.
La institución indicó que, al declararse desierta la licitación, se confirmó que fueron equivocados los estimados de tiempo y costos del gobierno.
Al encomendarle la construcción a Pemex, el gobierno distrae la atención de la petrolera sobre todo dados los graves problemas que ya debe atender, consideró.
Citibanamex tomó como ejemplo el caso de Ecuador, que lleva más de 10 años construyendo una refinería y aún no ha podido terminarla.
El 9 de abril, el Instituto Mexicano para la Competitividad informó que el proyecto tiene solo 2% de probabilidades de generar valor para Pemex, de acuerdo a un modelo que elaboró.
‘Las cosas pueden salir mal’: sector patronal
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) exhortó al gobierno federal a reconsiderar los riesgos que la decisión de la construcción puede traer para Pemex y las finanzas públicas del país.
El organismo a cargo de Gustavo de Hoyos enfatizó en un comunicado emitido el viernes pasado que es necesario hacer un alto en el camino porque “las cosas pueden salir mal”.
La institución también señaló entre sus argumentos la necesidad de mirar el ejemplo de otros países que están migrando a una transición energética para sustituir los combustibles fósiles por amigables con el medio ambiente, y no desechar estudios como el presentado por el Instituto Mexicano para la Competitividad.
Pese a las estimaciones en contra, López Obrador sigue convencido que la obra se concluirá en tiempo y forma y demostrará “que se pueden hacer mucho mejor las cosas con menos tiempo, menos recursos”.