Quesqui e Ixachi son los campos nuevos que Petróleos Mexicanos (Pemex) ve con mayor potencial para producir gas en el país, sin embargo, tienen en contra el pronóstico de que su declive podría darse en cinco años, por lo que México seguirá requiriendo de una estrategia integral para dejar de importar de Estados Unidos cerca del 80% del gas.

La meta de Pemex es que al término del 2022, Quesqui e Ixachi generen 2,134 millones de pies cúbicos de gas al día, según información de la empresa del Estado, un nivel que supera la aportación actual de los campos nuevos.

Estos aportan una tercera parte de la producción gas en el país, es decir, proveen de 1,077 millones de pies cúbicos diarios de gas. Enfocar todos los esfuerzos en acelerar la producción terminará por llevar a Quesqui e Ixachi al declive en un periodo de cinco años, advirtió Arturo Carranza, analista del sector energético.

Son dos campos que van a contribuir a reducir el déficit tan grande entre lo que producimos y consumimos el gas

comentó. 

No obstante, la reducción será temporal. Se calcula que el declive será en cinco años y además faltará una estrategia integral que permita obtener gas de la Cuenca de Burgos, del campo Lakach, ubicado frente a las costas de Veracruz en Aguas Profundas, y de las Cuencas de Salinas, para reducir las importaciones de México.

Estamos importando más de 70% del gas y 85% proviene de Texas

comentó Susana Cazorla, analista del sector energético. 

Puedes leer: Hacienda extiende estímulo fiscal del IEPS

Acelerar extracción, apuesta arriesgada

Al acelerar la extracción de gas de Quesqui e Ixachi, estos campos alcanzarán su pico de producción pronto y el declive será en un periodo que no irá mas allá de 5 años, porque no tienen volúmenes grandes de reservas de gas natural, expuso Carranza.

Si bien México tiene reservas de gas, Pemex no tiene recursos suficientes para explotarlas.

“Tiene que ser eficiente. Si ya le apostó al camino de desarrollar campos prioritarios con contratos de servicio, es razonable que acelere la explotación de estos campos y procure producir en tiempos más breves”, mencionó el especialista.

Pemex se ha propuesto acelerar la generación de gas, y ha incrementado la capacidad de procesamiento del gas húmedo que viene asociado en la extracción del crudo, por lo que ha invertido casi 5,500 millones de pesos desde que inició el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al tiempo que ha reducido los tiempos en la perforación de pozos en tierra.

No te pierdas: Estados Unidos anuncia medidas para reducir dependencia del gas ruso

En la parte terrestre, el enfoque ha sido el desarrollo de dos grandes campos: Quesqui e Ixachi, los cuales presentan un alto grado de dificultad para los técnicos no sólo de México sino del mundo

destacó Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex en la ceremonia del 84 Aniversario de la Expropiación Petrolera.

Estos campos nuevos tienen profundidades cercanas a 8 kilómetros, altas presiones y temperaturas superiores a los 170 centígrados, y pese a ello, los técnicos de Pemex han logrado perforar y poner en producción los pozos cada vez en menos tiempo.

En el campo Quesqui, el tiempo promedio de las primeras perforaciones era de 2,043 días, un lapso que ahora se redujo a 168 días. Lo mismo ocurre en el campo Ixachi, donde los tiempos de perforación pasaron de 311 días promedio de 195 para los pozos terminados en 2022.