En el marco de las campañas electorales y la eventual llegada de un nuevo gobierno federal, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) presentó una agenda orientada a la producción de petróleo, gas y electricidad.
Según el organismo, los planteamientos se centran en que estos tres sectores energéticos mejoren en materia de competitividad, sostenibilidad y responsabilidad fiscal. Señalando que también se necesitará inversión pública y privada en todos los eslabones de las cadenas energéticas.
La ruta propuesta parte de entender el rol del petróleo, y especialmente de la renta petrolera, en la transición energética, del gas natural como combustible de transición —más eficiente, asequible y limpio que sus demás contrapartes fósiles—, y de las necesidades de expansión y modernización de las redes eléctricas
sostiene el documento.
Para el petróleo se plantea maximizar el valor de este activo desde una perspectiva de equidad intergeneracional y así lograr que los ingresos “provenientes de la explotación de un recurso no renovable beneficie a las generaciones que vivirán una vez que se agote”.
En línea con ello, se propone una asociación entre Pemex y operadores privados, esto para diversificar el riesgo operativo y financiero de la exploración de campos y beneficiarse de las capacidades de otros operadores.
Al mismo tiempo, se plantea ofrecer a la petrolera del Estado la posibilidad de adquirir capacidades y aprovechar la transferencia de tecnología para explotar yacimientos sin tener que usar recursos públicos de inversión.
Además propone rediseñar el funcionamiento del Fondo Mexicano del Petróleo (FMP) para financiar la transición energética.
“Es fundamental replantear el diseño del FMP de tal forma que este acumule una mayor proporción de la renta petrolera del país en beneficio de las generaciones futuras y de la transición energética”, subraya.
También se tiene que desarrollar una estrategia para que las refinerías procesen productos de mayor valor agregado y para reconfigurar las instalaciones para petroquímica.
Pemex debe contar con una estrategia puntual, rentable, con visión de largo plazo para sus refinerías, señaló.
Hay que facilitar el otorgamiento de permisos de importación de combustibles, sobre ello, el IMCO subraya que limitar la importación pone en riesgo la seguridad energética de México y excluye la necesidad de contar con todas las alternativas posibles para garantizar el suministro de combustibles en México.
Concentrar el suministro en Pemex la hace correr riesgos operativos, comerciales y financieros que debería poder compartir con los participantes privados de la industria., agrega.
¿Cuál es la propuesta para el gas natural?
En materia de gas, IMCO plantea que se pueden aprovechar las ventajas del gas natural como combustible de transición. Esto porque la demanda de gas natural en México ha registrado un crecimiento sostenido que no se ha visto acompañado de la infraestructura de transporte y almacenamiento.
“El país se ve limitado para responder a cambios abruptos en la oferta o demanda (…) Ante la creciente dependencia de importaciones de gas natural (…) es necesario que el Estado mexicano establezca una política de almacenamiento de gas natural”, considera la institución dirigida por Valeria Moy.
La electricidad debe ser prioritaria para la nueva administración federal: IMCO
El IMCO asegura que la electricidad debe ser el sector prioritario para las inversiones públicas y privadas, ya que el país corre el riesgo de presentar un déficit de generación de no reanudar la inversión pública y privada.
“Es necesario reforzar la infraestructura de transmisión para que crezca a un ritmo consistente con el crecimiento de la demanda eléctrica, de tal forma que las centrales eléctricas públicas y privadas que iniciarán operaciones en los siguientes años puedan atender el crecimiento de la demanda”, subraya.
Se tiene que reanudar el otorgamiento de permisos de generación eléctrica a los participantes privados y liberar a la CFE de la responsabilidad de ser el único participante en los nuevos proyectos de generación.
“La empresa productiva del Estado debe apegarse estrictamente a los presupuestos aprobados para así dar cumplimiento a sus metas de inversión en transmisión y distribución de energía eléctrica para poder incorporar de forma acelerada tecnologías”, reitera la publicación.
La CFE debe reorientar su presupuesto para fortalecer áreas de negocio en las que es rentable y que le corresponden de forma exclusiva.
“La próxima administración tendrá que utilizar todos los mecanismos legalmente a su disposición para invertir de forma acelerada en infraestructura energética que garantice el acceso a energía confiable, con la menor huella de carbono posible“, consideró la publicación.
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