La economía está por entrar en la recta final del año y a más tardar el 8 de septiembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a cargo de Rogelio Ramírez de la O, deberá entregar el Paquete Económico 2022 en el que se buscar mantener el equilibrio de las finanzas públicas sin elevar impuestos ni elevar la deuda del país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que no se crearán ni se subirán los impuestos existentes; sin embargo, en la práctica el limitado nivel de ingresos podría poner en riesgo los recursos que se destinan a diversos sectores como la inversión, educación y salud.
Después de que termine el impacto del rebote de la pandemia veremos tasas de crecimiento reducidas, por lo cual vemos fundamental que se revise la política fiscal como herramienta de estímulo al crecimiento, inversión productiva, inversión de empresas y a la generación de empleos,
dijo el presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Ángel García Lascurain en videoconferencia
Si bien, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha dado buenos resultados en materia de recaudación de ingresos, sí se deben llevar a cabo modificaciones fiscales pensando más allá del impacto a corto plazo, agregó García Lascurain.
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Durante el primer semestre del año, los ingresos tributarios tuvieron un crecimiento de 1.1% real anual, a 1.8 billones de pesos, similar al comportamiento de los primeros semestres de la actual administración que han sido positivos en materia de recaudación, en parte a un mayor seguimiento y pago de los grandes contribuyentes.
De acuerdo con los Pre-Criterios Generales de Política Económica, los ingresos tributarios a finales de 2021 ascenderían a 3.6 billones de pesos, monto superior en 1.9% con respecto a la recaudación estimada en la Ley de Ingresos de la Federación para este ejercicio fiscal. En 2022 se espera que los ingresos tributarios puedan llegar a 3.9 billones de pesos, equivalente al 14.5% del PIB.
Las propuestas
Con la llegada del paquete económico, el IMEF no descarta que se ponga en marcha una miscelánea fiscal con cambios en el Impuesto Sobre la Renta (ISR) corporativo y personal y algunos cambios en el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Por ejemplo, en el ISR personal incrementar el intervalo de ingresos de las personas que pagan la tasa más alta de 35%, es decir que más personas paguen esa tasa impositiva.
Mientras que el ISR corporativo “puede venir con menores deducciones y alguna regla con respecto a las tasa efectivas que no son fáciles de instrumentar”, indicó Casillas.
En el IVA, a fin de solidificar las finanzas públicas, proponen una canasta de productos de consumo básica que esté gravada al 0% del IVA, con objeto de no afectar el consumo de los hogares con menores ingresos agrupados en el decil I.
Otro estímulo fiscal sería la creación de un régimen especial para incentivar la inversión en tecnología e investigación.
“Nos parece que México ha perdido capacidad estructural de crecimiento y nos vamos a dar cuenta cuando termine el impacto de la pandemia; se necesitan medidas de fondo para estimular el crecimiento económico como la principal vía y preservar también la estabilidad de las finanzas públicas”, precisó Lascurain.