El endeudamiento al que ha llegado el país -más de 12 billones de pesos- representa una presión para la sostenibilidad de las finanzas públicas y de no implementar cambios fiscales, las generaciones de millennials y centennials serán los que más sufrirán las consecuencias. 

De acuerdo con proyecciones del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP), en 2030, la deuda del país podría representar 69% del Producto Interno Bruto (PIB), un aumento de 16.8 puntos porcentuales, respecto del cierre del 2020.

Esta proyección se sostiene en que el gobierno necesitará endeudarse cada vez más para reducir la  brecha que existe entre los ingresos que genera y el gasto que requiere para cubrir las necesidades de la población mexicana. 

El reto no es fácil ante el cambio demográfico que está viviendo el país, en donde cada vez hay más personas mayores y menos personas jóvenes dentro del campo laboral. 

Actualmente la cuenta generacional es inequitativa, ya que las futuras generaciones tendrían que pagar 568% más en aportaciones netas para recibir los mismos bienes y servicios públicos que las nuevas generaciones. Las aportaciones netas son los impuestos que paga cada persona menos las transferencias en servicios de salud, educación y pensiones

dijo el director y cofundador del CIEP, Ricardo Cantú. 

En México, la edad promedio pasó de 22 años en 2019 a 29 años en 2020. En tanto, la tasa de fecundidad se redujo al pasar de 2.6 hijos nacidos por mujer a 2.1 en el mismo periodo, de acuerdo con datos del Censo de Población 2020 que realiza el Inegi.

Además, se muestra que por primera vez se cuantificaron menos niños de 0 a 4 años que de 5 a 9 años, es decir, la pirámide poblacional tradicional que se tenía se revirtió. 

En 2029 tendremos un punto de inflexión, donde vamos a empezar a gastar más en pensiones, salud y educación que lo que esperaríamos recaudar por impuestos al consumo e ingreso

 expuso Cantú.

 

Con este panorama de la población mexicana, lo preocupante es la  inequidad intergeneracional que se tendrá, “es decir, cuánto se está pasando de obligaciones financieras a las futuras generaciones, respecto de los que viven ahora que pagan y reciben servicios”, agregó. 

Crece  40% deuda por habitante 

En 2020, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público -la medida más amplia de la deuda del país- se ubicó en 12 billones 86,400 millones de pesos. 

PIB per cápita cae a niveles no vistos desde 1995

Si hoy se tuviera que pagar esta deuda más los intereses que se generaron por la misma, a cada habitante del país le tocaría pagar 99,8585 pesos. 

Necesario cambiar políticas públicas

Con la tendencia demográfica que se está registrando, los gastos del gobierno que más aumentarían son los relacionados al pago de  pensiones, salud y el costo financiero de la deuda.

El peso del endeudamiento sobre las nuevas generaciones se puede evitar aplicando cambios en las políticas públicas de ingreso y gasto, aseguró Alejandra Macías, directora de investigación  del CIEP.

El problema es que el gobierno se caracteriza por gastar más de lo que ingresa y esto genera desequilibrios fiscales cada año

Héctor Villarreal, director general del CIEP aseguró que se tiene que llevar una evaluación de cómo se está gastando, cuáles son los objetivos, qué se espera del sistema fiscal en la lógica de un pacto social amplio y si se está recaudando lo suficiente.

Esto va más allá de una reforma fiscal, necesitamos un nuevo sistema fiscal en el país (…) estamos siendo muy injustos con los jóvenes, estamos siendo injustos con las mujeres y podemos meter en grandes problemas a las generaciones futuras