Los mexicanos que tienen un crédito personal empiezan a sentir el rigor de los niveles de las tasas de interés, lo que ha presionado ligeramente los niveles de morosidad en algunos bancos.
Los créditos personales son otorgados a cualquier persona física, con o sin una cuenta de depósito en el banco en el que lo solicite. Generalmente, el riesgo del crédito personal es mayor al de otros, ya que no cuenta con garantía como el de nómina y el pago no necesariamente se descuenta automáticamente de una cuenta de depósito.
El Índice de Morosidad (IMOR) de estos créditos fue de 5.97% -para todo el sistema financiero- en abril de este año, un descenso desde 6.14%, del mismo de 2018, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
No obstante, algunos bancos muestran sus particularidades. Por ejemplo, en Banco Ahorro Famsa, el IMOR fue de 16.03 desde 15.43% de un año antes. BanCoppel tuvo un IMOR de 12.04 desde 8.87%, Banorte 6.06 frente a 5.24% y Banca Mifel de 3.39 desde 0%.
Con un menor crecimiento económico y menor creación de empleos, se pueden elevar los niveles de morosidad, aunque por ahora no vemos riesgos porque mantienen una tendencia constante
dijo Eduardo López, analista del Grupo Financiero Ve por Más.
En el caso de un préstamo de 50,000 pesos a un plazo de 36 meses, el Costo Anual Total de un banco puede ir desde 37.1% hasta 68.6%, de acuerdo con datos de la Condusef.
Las altas tasas de interés en este segmento de créditos al consumo y la desaceleración en la economía son dos de las razones que ejercen presión para que los clientes dejen de pagar sus deudas.
“Claramente la morosidad puede responder a diversos factores, lo que hemos visto es que en términos generales las tasas activas no han tenido un incremento tan marcado (…) Esos patrones han tenido relativa estabilidad si bien con algunos (ha aumentado), en particular créditos personales pero todavía en orden”, dijo en conferencia de prensa Alejandro Díaz de León, gobernador de Banco de México.
El segmento de los créditos personales registra un aumento en los niveles de carga financiera y una disminución del pago realizado respecto al pago exigido. No obstante, los niveles de morosidad son moderados y la proporción de acreditados sin antecedentes crediticios ha sido menor en los créditos nuevos, de acuerdo con el Reporte de Estabilidad Financiera a junio de 2019 de Banco de México.
La cartera vigente de este segmento de crédito sumó 231,143 millones de pesos, de la cual 15,558 millones estaba vencida en febrero, que se compara con los 228,756 millones del mismo mes de 2018 y 14,344 millones de pesos de cartera vencida.
Es normal que con una desaceleración económica y la falta de cultura de pago se presenten estas situaciones. Si hubiese un riesgo de solvencia ni liquidez, la banca iría disminuyendo el nivel de créditos, y aunque el otorgamiento de crédito personal presenta una baja pero no es significativa
dijo Jaime Ascencio, analista de Grupo Financiero Bursamétrica.
La tasa referencial de Banxico es de 8.25%, su nivel más alto desde 2009, y para los consumidores significa créditos más caros. Ante este escenario, tampoco se proyecta que los bancos sean más flexibles en las tasas de interés, aunque sí hay un endurecimiento en los requisitos para aprobar los créditos personales, mientras que los consumidores reducen sus niveles de pago.
Pero aún con altas tasas, los usuarios no han detenido la demanda de créditos, en febrero sumaron 14.75 millones desde 14.31 millones de un año antes.