Rodrigo A. Rosales 

Los ingresos presupuestarios del sector público rebasaron los niveles prepandemia durante el 2021, señal de que la economía mexicana ya trazó una tendencia de recuperación. 

Al cierre del 2021, los ingresos presupuestarios totales ascendieron a 6.16 billones de pesos, lo que significó un crecimiento de 5.6% respecto al 2020 y en términos reales, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). 

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Se trata del mejor resultado en el último lustro, mientras en relación con el 2019, año prepandémico, se observó un incremento de 1.3%, es decir, se superaron los estragos que trajo consigo el COVID-19.

Este dinamismo fue producto del comportamiento positivo tanto de los ingresos tributarios como de los petroleros. 

Petroleros crecen, pese a caída en producción

Los ingresos petroleros fueron por 1.19 billones de pesos a precios del 2021, lo que significó el mayor monto desde el 2014; también representó un alza de 80.6%, tras registrar dos caídas consecutivas en el 2020 y en el 2019.

Si bien, la producción de Pemex -sin considerar a los privados- reportó su nivel más bajo desde 1979, los ingresos petroleros se vieron beneficiados por el repunte del precio del crudo. 

La mezcla mexicana creció 77.9% anual en 2021, mientras el WTI lo hizo en 53.7% y el Brent aumentó 50.0%, superando, en promedio, los 64 dólares por barril en los tres casos.

Contribuyentes aportaron 60% del total 

Los ingresos que se obtienen por el cobro de impuestos aportaron 59.8% del total,  es decir, 3.69 billones de pesos reales, lo que significó 1.1% superior a la cifra del 2020.

Este incremento es el mejor resultado en los tres años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, manifestando una recuperación de la actividad económica del país.

Dentro de los ingresos tributarios, principalmente tres representan la dinámica del consumo privado: IVA, ISR –este se enfoca en el mercado laboral que dota de ingresos a los hogares– y el IEPS no petrolero, los cuales presentaron aumentos reales respecto al 2020, de 1.9, 7.7 y 3.5%, respectivamente. 

Frente al 2019, el Impuesto sobre la Renta (ISR) incrementó 2.8% y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), 10.2%; sin embargo, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) no petrolero se ubicó 1.1% por debajo de los niveles prepandémicos.

Esta caída del IEPS no petrolero se debió a que sus dos principales impuestos exhibieron variaciones negativas: 1.7% en tabacos labrados en comparación con el 2019 y 18.0% en cervezas y bebidas refrescantes. 

Al interior del IEPS total, el correspondiente a gasolinas y diesel se contrajo 29.6% anual en el 2021 y 31.4% en relación al 2019; lo anterior se explica por el estímulo fiscal que entra en acción cuando el precio del petróleo sube, lo cual sucedió.