Si bien la inflación anual acumulada a octubre de este 2023 representa el menor nivel en los últimos tres años, aún se ubica por arriba del promedio del sexenio pasado; además, productos como la zanahoria y el limón registran tasas superiores a 70%.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 3.27% entre diciembre del 2022 y el décimo mes del presente año.
Esta inflación acumulada, en igual periodo de comparación, resultó inferior a las variaciones del 2021 (5.76%) y del año pasado (6.79%), manifestando que el efecto de la normalización de las actividades tras la pandemia -a mayor demanda sube el precio- se está diluyendo.
Superior a la media del sexenio pasado
Además, la tasa de 3.27% es superior todavía al promedio que se presentó durante el sexenio pasado (2013-2018), de 2.78%; de hecho, la media de la inflación acumulada de la actual administración federal se ubica en 3.99%.
Por bienes y servicios, los de mayor presión para los hogares mexicanos por su elevado crecimiento en sus precios fueron zanahoria y limón, con alzas acumuladas de 75.55 y 73.19%, respectivamente.
Otros aumentos importantes se dieron en azúcar (35.77%), cebolla (24.06%), piña (23.59%), aguacate (22.26%), naranja (18.37%), chayote (17.61%) y seguro de automóvil (15.45%).
Primeros efectos
Los resultados anteriores muestran que los efectos de la sequía que vive el país ya se están manifestando; cabe resaltar que en el genérico de frutas y verduras se presentó una baja, aunque se especula que deriva de la disminución en los precios de los fertilizantes y a una mayor importación a menores costos.
Si los beneficios no se pueden seguir trasladando a la producción por la falta de agua –especialmente ante mayores disrupciones por el fenómeno de El Niño–, es muy probable que los precios repunten. A esto debemos sumar las secuelas del huracán Otis
advierte Banorte.
Ante esto, el grupo financiero señala que, según varias notas en prensa, cerca del 70% de los cultivos en el estado de Guerrero estaría en riesgo de perderse, situación que impactaría al alza en los precios al consumidor.
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